Jean Marc Bosman fue un futbolista belga que a fines del años 80 jugaba en el club de su ciudad, el RFC Lieja, y en 1990 le había llegado una oferta para pasar al USL Dunkerque, de la Segunda División de Francia. Un pase sin la menor importancia para el mundo del fútbol, pero que increíblemente lo iba a cambiar para siempre.

Es que ese pase en realidad nunca se pudo hacer. El club francés no pudo pagar la cláusula de rescisión y el jugador se negó a quedarse en un equipo que pedía plata para su liberación. Este conflicto pasó a esferas mayores de la Justicia y finalmente derivó en la redacción de una ley, a la que se llamó Ley Bosman.

Esta ley permite a todos los clubes de Europa tener ilimitada cantidad de jugadores de la comunidad europea en sus planteles, a diferencia de antes que solo podían tener cuatro extranjeros. Así, los equipos se fueron armando cada vez más fuertes, agrandando la brecha con los equipos no tan pudientes del continente e incluso con los de todo el mundo.

Sobre esto versó la última columna de Zona Mixta en La Trama, con la conducción de Álvaro Levín, ahondando en más detalles del caso Bosman y analizando en profundidad sus consecuencias en el fútbol de hoy.