El tema de la violación de los derechos humanos y sus expresiones más tenebrosas —asesinatos, torturas y desapariciones forzadas— continúa lastimando a nuestra sociedad. El silencio de la casta militar y su impunidad limitan nuestra capacidad para cerrar el pasado con la madurez y la sensibilidad que el dolor provocado exige.

Cerrar esa herida, debería ser la prioridad fundamental de todos los actores comprometidos con los derechos humanos, un propósito que conlleva recorrer seria y responsablemente el camino de sacar a luz la verdad y posibilitar la actuación de la Justicia.

La lucha por esclarecer las desapariciones forzadas a manos del terrorismo de Estado pasa por develar lo que permanece oculto y también por la clara identificación de los criminales. La desaparición forzada sigue presente en el ocultamiento de los cuerpos; sobrepasa a la víctima para mantenerse como un crimen permanente sobre toda la sociedad, que no se extingue hasta que se corten de raíz sus efectos.

Imagen portada: Jefes militares en el Ministerio de Defensa Nacional. Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS (Archivo, 2016)

Editorial - Secretaría de Prensa y Propaganda de AEBU