[FOTO: Instargram de Merendero Las Bóvedas]

En Lindolfo Cuestas y Sarandí, funciona una olla solidaria que comenzó hace un año, en marzo de 2020. Cecilia, vecina de la zona, contó a Radio Camacuá cómo fue el inicio y el desarrollo de esta acción impulsada por vecinos y vecinas de la zona, desde entonces hasta la actualidad.

«Fue una organización espontánea de Ciudad Vieja, que ya funcionan varias comisiones vinculadas a áreas sociales y culturales, a vivienda y demás y hay bastante organización vecinal». Desde allí surgió la necesidad de organizar una olla para dar el almuerzo los domingos, en base a donaciones de particulares y de organizaciones. Desde el año pasado coordinan en la Red de Ollas.

«Se mantiene una población fija de Ciudad Vieja, de bajos recursos, algunos en situación de calle en el barrio, y muchos vecinos y vecinas que vienen de sus casas». Cecilia cuenta que a lo largo del año pasado hubo momentos en los que varias semanas venía gente de lejos, de otros barrios, «porque no encontraban ollas populares en sus barrios los fines de semana y a Ciudad Vieja llega toda la locomoción; este año se sumó más gente migrante, que hace poco que está en Uruguay».

La olla de Lindolfo Cuestas y Sarandí hizo una pausa en diciembre de 2020 y se retomó en marzo el primer fin de semana de marzo, en 2021. Durante la pausa, se continuó trabajando con la entrega en «un formato tipo canasta» porque el año de trabajo les permitió ir registrando a quienes asistían de forma permanente y a partir de eso, «priorizando familias con niños», con los insumos que les quedaron del acopio, lograron apoyar a esas personas. «La necesidad se siguió sintiendo. Y mucho más, en algunos casos. En verano no hubo turismo, no hubo movimiento. Es muy compleja la situación«.

Cecilia cuenta que en 2021 más personas se sumaron cada fin de semana a la olla, «porque se quedaron sin trabajo o no pudieron trabajar la zafra del verano, o que se retomaron las clases pero los comedores no funcionan, o los tickets de alimentación de Primaria no llegaron… entonces la situación es crítica, acá lo que se siente es que se ha ido profundizando». El primer fin de semana de marzo de este año, cocinaron algo menos, pensando que mucha gente no se había enterado que volverían a la actividad. Ese domingo se sirvieron la totalidad de las 135 porciones que se habían elaborado. El segundo fin de semana se sirvieron 190 porciones; el tercero, 250; y el domingo pasado, más de 300. «Luego de las 300 tuvimos que dejar de contar, porque éramos pocos trabajando en la mesa y perdimos la cuenta. Superamos esa cifra porque fue hasta donde contamos».

Formas de colaborar

Están disponibles los números 099395657 o 099 380146 para hacer donaciones. También se puede colaborar en la elaboración y distribución, acercándose los domingos a partir de las 8 de la mañana, a la esquina de Lindolfo Cuestas y Sarandí.

Cecilia, una de las vecinas que sostiene la olla solidaria en Lindolfo Cuestas y Sarandí

Los sábados, a las 17 horas, en la zona de Las Bóvedas de Ciudad Vieja funciona un merendero. Conversamos con Néstor, vecino de la zona e integrante del grupo que sostiene este espacio. Empezaron en abril del 2020, entorno a cooperativas de vivienda de ciudad vieja. Originalmente estaba orientado a niños y niñas, pero en el inicio se dieron cuenta de «que la propuesta debía ser más amplia». Trabajaron a lo largo de todo el año, en función del apoyo de personas que se acercaron a donar «porque recién este año a nivel institucional se tuvo algún apoyo más sostenido, como la Intendencia de Montevideo (IM) y el Inda», que en febrero y marzo donó algunas cosas, pero no tienen la certeza de que vaya a seguir, como esperan que sí lo haga la IM.

Néstor cuenta que empezaron a ver que era necesario «trascender la merienda, que habían otras necesidades». Consiguieron un espacio, en la zona de Las Bóvedas, facilitado por la IM, donde proyectan este año dar «apoyo escolar a niños y niñas» porque notaron que «el año pasado fue muy complicado» para la enseñanza y este año «las dificultades parece que van a seguir». La idea es intentar que «no queden tan rezagados». Los niños y niñas que asisten al merendero son de Ciudad Vieja, la mayoría de familias inmigrantes, de bajos recursos.

El espacio sólo tuvo un impass las primeras dos semanas de enero y retomaron porque vieron «que la necesidad que había, que tenía la gente no se había atenuado, al contrario, se había agudizado», según explicó Néstor.

Formas de colaborar

Además de donaciones de insumos para la merienda, se puede aportar con tiempo de trabajo, quienes sean docentes pueden sumarse en el proyecto de apoyo escolar. A través del 094610400 o del 099151141 se puede coordinar para hacer llegar insumos para sostener la merienda o ponerse en contacto para aportar en el apoyo escolar a niños y niñas de la zona.

Néstor del merendero en Las Bóvedas, Ciudad Vieja