Nueva York aprobó una ley estatal que prohíbe a las personas condenadas por violencia doméstica la posesión de armas de fuego. La medida responde al último tiroteo en un escuela secundaria, sucedido el pasado 14 de febrero en Florida, en donde murieron 17 personas.
La normativa aprobada por el estado de Nueva York busca romper el vínculo entre la violencia armada y la violencia doméstica. Según datos aportados por ese Estado, en nueve de los diez tiroteos masivos más mortíferos en la historia estadounidense el atacante tenía registros previos de violencia contra las mujeres.
Mientras tanto, se dio a conocer el dato que durante febrero la Asociación Nacional del Rifle (National Rifle Association – NRA) recaudó el triple respecto a meses anteriores. En enero, el potente lobby a favor del uso de las armas (uno de los principales contribuyentes a la campaña de Donald Trump) recibió donaciones por 248.000 dólares, mientras que en febrero (el mes donde, precisamente, ocurrió el tiroteo en Florida) la cifra ascendió a 779.000.
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