El pasado martes 15 de mayo se inauguró el Memorial del Penal de Libertad, en la ruta 1, en homenaje a quienes estuvieron presos en ese centro y a sus familiares. «Fue positivo porque era un homenaje a los familiares que se debía, porque ellos recorrían esos 2 kilómetros desde la ruta hasta el Penal para visitarnos«, así lo recuerda Ricardo Ibarburu, uno de los reclusos en años de dictadura, ex consejero central de AEBU.

En diálogo con Camacuá y Reconquista, Ibarburu reconoció que la inauguración del monumento provocó «un sentimiento agridulce, porque a la vez que fue motivo de reencuentro con muchos que compartimos la estadía en el Penal de Libertad, también fue un momento para recordar a los que no salieron con vida«.

Además, quien también fuera consejero del Sector Financiero Oficial y presidente de la Comisión Representativa del BROU, reflexionó sobre una nueva edición de la Marcha del Silencio que tendrá lugar el domingo 20 de mayo, y sobre la memoria, la verdad y la justicia que se impone en la sociedad.

«Es fundamental que se recuerde lo que ocurrió, como una de las maneras de evitar que vuelva a ocurrir. Nos permite mantenernos siempre alertas«, señaló Ibarburu, aclarando que «haber derrotado a la dictadura no es haber derrotado a las causas de las dictaduras«, ya que hasta el día de hoy «vuelven a tomar cuerpo personajes fascistas«.

Con la de este año ya serán 23 Marchas del Silencio y según Ibarburu el paso del tiempo y la insistencia del movimiento social ha traído consigo cambios en el tema. «Lo que falta es muchísimo, pero no por eso hay que dejar de reconocer lo que se ha hecho. No reconocer los avances es trabajar para que no se haga nada«, concluyó.