El próximo lunes 30 la democracia uruguaya celebra un acontecimiento que —sin duda— es una «fecha patria» de esta república.

Los uruguayos rechazaron en plebiscito histórico un texto constitucional propuesto por la dictadura como forma de autolegitimarse con la bendición ciudadana.

En el clima opresivo del terrorismo de Estado, la propuesta del régimen contó con una apabullante propaganda oficial favorable a través de todos los medios —televisión, prensa escrita, radios— y el editorial respaldo explícito de varios de ellos.

Los números fríos informan que un 87 % de los habilitados participaron en el plebiscito y más de un 57 % —con la papeleta del no— le contestó claramente a la dictadura y a todo aquel que quisiera enterarse, dando un ejemplo de dignidad ante el mundo.

Historiadores, políticos, investigadores, periodistas han dado a lo largo del tiempo su interpretación sobre el suceso y sobre el acatamiento del régimen al resultado de las urnas, en cuanto fenómeno singular.