De los 29 clubes profesionales del fútbol uruguayo, contando Primera y Segunda División, tan solo 9 de ellos -menos de la tercera parte- hicieron alguna mención en sus redes o canales institucionales a la lucha por la memoria, la verdad y la justicia. Uno de ellos, quizás el pionero en la materia, fue Villa Española, un club que ha marcado tendencia en cómo expresarse y posicionarse ante la sociedad.

En La Trama conversamos con el secretario general del club, Omar Cazarré, quien narró cómo fue la reconversión de Villa Española, equipo que pasó en pocos años de no competir y tener una cantina con escasa vida social, a estar en Primera División, al día con los sueldos y con una sede que es referencia del barrio y articuladora de numerosos proyectos sociales y culturales.

Según Cazarré, el crecimiento social «también potenció lo deportivo» y el año pasado «el equipo con menos presupuesto del fútbol uruguayo terminó ascendiendo a Primera».

A este crecimiento, Villa Española le sumó un compromiso político con determinadas causas que le ha hecho ganar muchos adherentes, y también algún detractor. «En general la respuesta ha sido positiva», evaluó Cazarré, añadiendo como dato que la semana pasada, tras el 20 de mayo, «se hicieron socios 100 personas en dos días».

De los temas sobre los que se ha expresado el club, entre los que están la lucha feminista y la diversidad, el que más polémica generó fue precisamente el de la memoria y la búsqueda de los desaparecidos en dictadura. «Hay como un resquemor o un sentir general de que los clubes no se tienen que meter, porque tienen que ver con algo político en el sentido tradicional», explicó Cazarré.