#29M #VACINASJA («vacunas ya») fue mayoritariamente la consigna para manifestarse este sábado pasado en Brasil. Como resultado, hubo protestas masivas en todas las capitales estaduales contra el presidente, Jair Bolsonaro, especialmente en rechazo a la gestión sanitaria frente a la pandemia de Covid 19. Conversamos con Paulo Niccoli, sociólogo y docente, desde San Pablo.
La demora en responderle a los laboratorios por parte del gobierno de Brasil cobró este lunes nueva relevancia al conocerse la pronta respuesta a la CONMEBOL, aceptando organizar la Copa América este año. Las manifestaciones de este sábado reunieron a miles de personas en Río de Janeiro, San Pablo, Belo Horizonte, Minas Gearais y otras ciudades, que respetaron el distanciamiento y utilizaron tapabocas. Es que los protocolos de prevención de Covid 19 en Brasil se han vuelto objeto de posicionamiento político cotidiano en la población.
En las manifestaciones hubo incidentes, especialmente en Recife, en el noreste brasileño, donde la policía reprimió dejando como saldo algunos heridos, hombre que perdió un ojo por una bala de goma y una edila a la que agredieron con gas pimienta. Según explica Niccoli, “gran parte de la policía es bolsonoarista, reaccionaria y de derecha pero el Ejército no quiere un golpe militar”. Niccoli también explicó sobre algunas diferencias al interior de esta fuerza.
En este contexto político, Paulo Niccoli explicó que lo que buscan estas manifestaciones contra Bolsonaro es que exista un proceso de impeachment, “Diretas ja”, elecciones directas, una consigna que remite históricamente a la salida democrática de los 80′. En este momento, mientras aumenta el descontento hacia Bolsonaro, crece la figura de Luiz Inacio Lula Da Silva como candidato. Habrá que esperar para ver si el gobierno actual logra completar el mandato y como llegan ambas figuaras a las elecciones de 2022.
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