El Colectivo Afrouruguayo por el Sí se presentó este jueves como un grupo que viene trabajando desde 2021, que reúne a personas y colectivos afrouruguayos en torno a la derogación de 135 artículos de la LUC el próximo 27 de marzo.

En una actividad repleta de asistentes, dentro de lo permitido por el protocolo, varios integrantes compartieron un manifiesto como resultado de este trabajo colectivo y diversas miradas sobre cómo afecta la LUC a la calidad de vida de este sector de la población en Uruguay.

“A partir del trabajo sistemático y organizado por parte de la comunidad afrouruguaya se han hecho visibles las dificultades históricas que enfrentamos desde la trata esclavista hasta la actualidad. Esta visibilidad ha podido alcanzar algunas conquistas, aun incipientes pero que permiten avanzar hacia la equidad de nuestra sociedad. Para ello y como sociedad debemos reconocer que los problemas de pobreza, exclusión, falta de oportunidades equitativas, desarraigo territorial, riesgo ambiental, discriminación social, cultural y religiosa persisten desde la propia conformación de la nación y se mantienen a través de los efectos del racismo estructural que nos atraviesa a todas y todos. Las uruguayas y uruguayos merecemos una sociedad más equitativa y justa. Esto requiere de consensos amplios para enfrentar con inteligencia y empatía los problemas estructurales. Hay contextos que impiden avanzar en este sentido y la LUC es un ejemplo de ello. Frente a esto nos proponemos contribuir con argumentos e información veraz a la opinión pública para que con la mayor información posible, logremos derogar los 135 artículos de la LUC.» 

Por lo expuesto, el Colectivo afrouruguayo por la derogación de los 135 artículos de la LUC manifiesta:

  • La LUC reconoce los privilegios históricos y las desigualdades sociales está claramente orientada en defender esas ventajas históricas de unos pocos en detrimento de las posibilidades del resto de los colectivos sociales.
  • La LUC reduce la participación ciudadana y la transforma en un acto delictivo.
  • La LUC potencia lo punitivo y lo represivo como principal acción de seguridad pública ejerciendo presión sobre el sistema carcelario hoy en día desbordado.
  • La LUC profundiza la pobreza, la exclusión, la falta de oportunidades y aumenta el desarraigo territorial, el riesgo ambiental así como la discriminación racial, social, cultural y religiosa.»

Así lo expresó Leticia Rodríguez Taborda:

«Esta es una instancia sumamente importante para nosotros, un hito histórico, ya que más allá de las banderas, los partidos, es una colectividad que se ha juntado a lo largo de estos meses para trabajar en un problema que afecta a toda la sociedad uruguaya», continuó José Luis Pereira.

Óscar Rorra, por su parte, habló de lo que afecta la LUC a la Educación y a la Seguridad y se refirió también al contexto de pandemia en el que se aprobó, donde «hay 100.00 nuevos pobres, de los cuales casi la mitad son de población afro».

«Han aumentado los hechos de discriminación racial, así como la ausencia del gobierno para dar respuestas rápidas y efectivas. Las y los afro uruguayos sufren las principales repercusiones de la crisis sanitaria y de la LUC. La incidencia de la pobreza en mujeres afro aumentó un 3% solo en un año. De esta forma la brecha entre mujeres afro y no afro continúa creciendo. La pobreza infantil que venía decreciendo tanto a nivel nacional como en Montevideo, aumentó un 3% (…) Uruguay continúa en un proceso de infantilización de la pobreza. Actualmente uno de cada cuatro niños afrodescendiente vive en situación de pobreza» y agregó que las probabilidades de estar bajo a la línea de pobreza es «cinco veces mayor» con respecto al resto de la población.»

Rorra afirmó que la LUC, «hace más desigual» a la Educación para las personas afro porque «elimina espacios de participación y debate». También se reclamó que la LUC elimina la «obligatoriedad por parte de las familias a que sus hijos culminen la educación media superior y por lo tanto se refuerza la posibilidad de deserción educativa».

«Los lugares educativos donde esta la población afro hoy cada vez tienen menos recursos», sostuvo Rorra, en la medida en que la representación es muy baja en la educación privada y «se recorta presupuesto en la educación pública».

En cuanto a Seguridad, se reclama que este gobierno, a través de la LUC «lo que hace es jerarquizar la propiedad privada por encima de la vida de los sujetos. Esto marca para la población afro una nueva realidad con respecto al aumento de encarcelamientos de nuestra gente. Actualmente existe tres veces mas posibilidades de que seamos encarcelados si somos afro que si no lo somos. A esto se le suma la restricción de la protesta social, que significa en nuestro caso el acallamiento de nuestras participaciones culturales, ancestrales, en los barrios (…) Una de nuestras mayores preocupaciones es lo que nosotros hemos llamado durante muchos siglos la estigmatización de nuestra raza y que ahora la LUC lo define como ‘apariencia delictiva’. Esto afecta a nuestra gente, siendo detenidos nuestros jóvenes cuando van a estudiar, y nuestros trabajadores y trabajadoras cada vez que van a buscar su sustento diario»

«Vengo a hablar como artista, como mujer afro, candombera, de la tercera edad», así comenzó su intervención Chavela Ramírez y señaló que más que una ley «se trata de un proyecto político neoliberal y neocolonial que estamos viviendo». «Todas las personas que tenemos más de sesenta años vivimos otra etapa, vivimos otro momento y podemos decir perfectamente que no siempre lo pasado fue mejor porque vivimos una dictadura, y hoy sin serlo, sin decirlo, estamos viviendo una dictadura, porque si nos ponemos a pensar que no vamos a poder decirle al policía que nos ataca ‘señor, ¿por qué me lleva?’ Porque de acuerdo a esa situación que estamos viviendo estos diecinueve meses de LUC, por cualquier causa nos pueden llevar a nosotras, nos pueden llevar a nuestros hijos, nos pueden llevar a nuestros nietos, pueden dar en adopción a nuestros hijos si estamos presos, si perdemos la vivienda, pueden pasarnos cosas terribles. Y esto no es alarmismo, esta es la pura realidad que vivimos los afrouruguayos porque históricamente ha existido la aporofobia y nosotros, los negros, por ser negros somos pobres. En estos gobiernos demagógicos en los que se habla de que la seguridad y la libertad nos va a dar buenas posibilidades a todos, sabemos perfectamente que los históricamente invisibilizados vamos a serlo más aún. Que nuestros problemas, van a ser invisibilizados»

 

José Luis Pereira ahondó en cuestiones sobre seguridad en los que interviene la LUC: «la población afro no sólo es pasible de ser víctima de delitos, sino que se agrava su situación porque sabemos que históricamente el sistema tiene un poder de selectividad; es decir, selecciona, que es lo que estaban planteando justamente los compañeros, ese poder de selectividad que tiene el propio sistema, el sistema  penal y además el aparato represivo, es decir, a nadie escapa que estamos sobrerrepresentados en el sistema carcelario, siendo una población que se podrá decir entre el 8 y el 10%, que haya un 27%, sin duda que es un indicador de que hay una sobrerrepresentación. En relación con esto, decimos que los afros no solo están más inseguros frente al delito sino también frente a la policía. Con respecto a la ‘legítima defensa’ de la LUC, desde siempre existió la legítima defensa y nosotros no estamos en contra, como no lo está la población en general, pero reuniendo aquellos tres requisitos que históricamente nos aseguraban a todos como sociedad: que existiera una agresión ilegítima, que fuera racional y que fuera proporcional; y donde obviamente los bienes jurídicos que se cuidan o que se protegen, como por ejemplo la vida, estuvieran en juego. Lamentablemente para nosotros, debemos decir, que es inadmisible que se amplíe la legítima defensa, protegiendo la propiedad o el patrimonio por encima de la vida, de la misma manera que pensamos que esto está estableciendo un contexto de ‘justicia por mano propia’ y no queremos un país de la ‘ley de la selva’; queremos que el Estado, encargado de la seguridad, al cual se le da ese cometido, lo cumpla a cabalidad».

Bettina Piñeyro se refirió a la situación de la población afrouruguaya en el interior del país, «fuera del área metropolitana de Montevideo» y denunció el «centralismo capitalino».

«Para nosotros, lo urgente es la gente. Las condiciones de vida de las uruguayas y los uruguayos. Lo urgente es tratar la violencia de género. Personalmente, como mujer afro uruguaya, como madre y trabajadora, como uruguaya del interior, quiero reflexionar en voz alta acerca de cómo nos afecta esta ley en nuestras vidas, en lo cotidiano y por qué es importante el triunfo del sí. Algunos dirán, ‘¿pero en ningún lado la LUC habla de las condiciones de vida de las mujeres?’, es por este motivo que nosotros insistimos en el espíritu de esta ley, que es débil con los fuertes y fuerte con los débiles, a decir de un compañero. Hay un claro posicionamiento sí, siempre a favor de los poderosos, en desventaja de los más vulnerables, los trabajadores, los pobres, las minorías, los excluidos, en suma, con los afros, y aquí es cuando se hace necesario explicitar la situación de las mujeres afro uruguayas, de las niñas, niños y adolescentes, de las disidencias, de los migrantes.»

«Existe lo que llamamos la transmisión intergeneracional de la pobreza. ¿Por qué? por que partimos de un hecho de barbarie, la trata transatlántica. Si tenemos en cuenta que las mujeres afro ocupamos los mayores porcentajes en los trabajos precarios, los trabajos de cuidados, el servicio doméstico, el trabajo informal, pero también ocupamos los mayores porcentajes en las personas que no finalizan el ciclo liceal, el mayor porcentaje de embarazos adolescentes y el mayor porcentaje de personas que no volvieron a sus empleos después de la pandemia. Y si tenemos en cuenta la composición de los hogares donde las mujeres afro son jefas de hogares monoparentales, vemos con enorme preocupación algunas de las cosas que establece la LUC, como por ejemplo el desalojo por vencimiento a los treinta días y por mal pagador a los seis días. También se acortaron los plazos de expulsión, la mora comienza a correr a partir de tres días hábiles de atraso de pago de pago en el alquiler. La LUC ofrece garantías al que arrienda y desprotege al arrendatario. El derecho a la vivienda es un derecho humano. La vivienda, el trabajo, la salud. Estas son las urgencias del pueblo uruguayo. Debemos apostar a revertir los factores que inciden en la carga desigual de los cuidados y es aquí donde nos encontramos con la otra gran perla de este collar.

En el artículo 140, la LUC abandona a la primera infancia. En este artículo la eliminación de la obligatoriedad de la educación perjudica a niños y niñas de los sectores más vulnerados, de nosotros, los afros; eximiendo a sus responsables de llevarlos a un centro educativo. Una vez más, desampara a los niños y niñas en una etapa crucial de su desarrollo psicomotriz. Al anular esta posibilidad deja de invertir y garantizar cupos en distintas organizaciones como los CAIF y otros centros a lo largo y ancho del país. Sin cupos, ¿los cuidados donde van a recaer? sobre las mujeres, y especialmente en aquellas que no pueden pagar educación o cuidados privados. Entonces, el artículo 140 de la LUC, plantea a texto expreso que la educación para quienes cumplen tres años no es obligatoria»

 

Nestor Silva y Alicia Esquivel, hicieron uso de la palabra sobre el final, y contaron sobre el trabajo que se hizo en la comisión de contenidos del Colectivo Afrouruguayo por el sí.

«Uruguay tiene una gran deuda con las personas afrodescendientes, deuda que comienza cuando se asume como ‘República, libre e independiente’ pero mantiene la matriz productiva, basada en el tráfico y esclavización de personas africanas y su descendencia. La violencia contra la dignidad humana fue la herramienta básica y fundamental para que ese sistema funcionara. Este es inicio del cruel entramado que sostiene una escala de valores que hoy reconocemos como la forma de racismo que hoy atraviesa a la sociedad uruguaya. A medida que Uruguay se consolida como nación, naturaliza que su desarrollo esté basado en políticas de exclusión que por acción o por omisión se reflejan en todos los aspectos de la vida de los y las afro descendientes. Esto dificulta la discusión seria del racismo estructural resultante, ya que hace a la esencia misma de la identidad nacional. Si bien los colectivos afros hemos logrado con mucha militancia, proposición y acción que se comience a dialogar entorno a la existencia y reconocimiento del racismo estructural y del racismo institucional. A partir del trabajo sistemático y organizado de la comunidad afro, se han hecho visibles las dificultades históricas que enfrentamos desde la trata esclavista, hasta la actualidad. Esta visibilidad ha permitido alcanzar algunas conquistas aun insuficientes pero que permiten avanzar hacia la equidad en nuestra sociedad. Hoy en Uruguay y la región existen algunas líneas de pensamiento que reconocen la deuda histórica que toda América y el Caribe contrajo con las y los afrodescendientes de personas africanas esclavizadas, es más, se reconocen los aportes a la identidad de las Américas.»

«Pero este concepto de deuda histórica resulta vacío en tanto que en los hechos, el poder hegemónico no lo lleva a acciones realmente transformadoras. Entonces el valor de la deuda histórica se relativiza encapsulada en visiones y versiones académicas, sociales, políticas y culturales que no avanzan en hacerse cargo, en incluso algunas devuelven la responsabilidad a las víctimas. El racismo viola los derechos humanos. Es duro y recurrente que los datos oficiales muestren que un alto porcentaje de las personas afro uruguayas tienen necesidades básicas insatisfechas. La falta de acceso a vivienda, territorio, educación completa y de calidad, agua potable y saneamiento; hasta empleo digno o el disfrute de bienes culturales, entre otros, ha sido una constante a lo largo de la historia. Tan constante como las dificultades para cubrir las más elementales necesidades para una vida digna. Generación tras generación, las familias heredan circunstancias negativas que determinan las dificultades para tener cubiertas las necesidades más básicas y elementales. Y este es un problema que tiene raíz en el mismo nacimiento de Uruguay. Es, como lo mencionamos, resultado y expresión del racismo estructural e institucional. En este contexto, es impostergable que se asocie esta realidad con la violación constante de los derechos humanos fundamentales. Sin dudas la LUC profundiza estas dificultades. Toda deuda se paga. Los daños a la Humanidad se reparan».

«La institucionalidad uruguaya cuando el Parlamento por unanimidad señaló en el artículo primero de la Ley 19.122 ‘reconócese que la población afrodescendiente que habita el territorio nacional ha sido históricamente víctima de racismo, de la discriminación  y la estigmatización desde el tiempo de la trata y tráfico esclavista, acciones estas últimas que hoy son señaladas como crímenes contra la Humanidad de acuerdo al Derecho Internacional’. Pero sin acciones transformadoras de la realidad de los colectivos hacia quien apunta, termina siendo apenas una declaración que no trasciende ni siquiera a los partidos políticos que la votaron y que poco impacta en el resto de la estructura del Estado y menos aún en la ciudadanía. De todos modos, estará en el colectivo y en las alianzas que hoy existen y puedan sumar dar los pasos necesarios para que este enunciado pase a ser un camino seguro hacia políticas de reparación ciertas, aportando al tránsito hacia una sociedad más justa y sana (…)»

Alicia Esquivel, continuó en el cierre de la actividad. «Somos el Colectivo Afrouruguayo por el Sí, constituido por hombres y mujeres provenientes de diversas asociaciones por los derechos de las y los afrodescendientes y personas independientes. Nos une la defensa de nuestros derechos y velar por los derechos adquiridos producto de la lucha de tantas y tantos compañeros. La sociedad civil uruguaya ha luchado desde siempre por la igualdad y la no discriminación. La igualdad como principio define al Estado de derecho. El concepto de igualdad es complejo y mutable, pero fundamentalmente implica el derecho a la no discriminación. La igualdad de derechos en la ley y ante la ley. Es decir, igualdad de trato, respeto y resultados ante ella. La igualdad implica el derecho a la no discriminación, a la admisión de la diferencia y la autonomía. Los y las afrodescendientes constituimos un grupo heterogéneo con historias, experiencias e identidades diversas. Sin embargo, lo que nos une es que se nos ha denegado durante mucho tiempo la plena realización de nuestros derechos humanos y destacamos una serie de problemas comunes que es preciso abordar, como la discriminación racial estructural institucional. La xenofobia que sufre la población afro inmigrante en nuestro país. Los obstáculos y desigualdades en el acceso a la educación, los servicios de atención en salud, y la vivienda de calidad, cuyo resultado es la transmisión de la pobreza de una generación a otra. La intolerancia contra las religiones de matriz africana. La falta de reconocimiento de valoración de la diversidad étnica y cultural de las y los afrodescendientes y de nuestra contribución a la sociedad».

«La falta de representación adecuada en la administración de la Justicia, la presencia desproporcionada en la población carcelaria y en particular la elaboración de perfiles delictivos en función de la raza. Situaciones que se legitiman en la LUC. Las desigualdades que permean a la colectividad afro uruguaya en función del origen social, étnico y de género, están plasmadas en decenas de trabajos académicos, de expertos, instituciones públicas y organizaciones de la sociedad civil que han hecho análisis reflexionados sobre el tema. Sin embargo, el impacto de las mismas es muy pobre. Una cuestión específica salta a la vista: en términos de precarización de todo tipo, la población afrodescendiente es la más afectada, y más aún, sus mujeres. Somos trescientas mil personas, residimos en las zonas de mayor pobreza, en departamentos fronterizos con Brasil y en la periferia de la capital Montevideo. Población joven, siendo la esperanza de vida al nacer menor que la de la población no afro. El 39% de la población afrodescendiente de 20 años o más tiene únicamente educación primaria, y solamente el 9% cursa o ha cursado estudios terciarios. El 15% de niñas y niños afrodescendientes de entre 4 y 5 años no asisten a centros de enseñanza. La LUC desampara a estos infantes. Las mujeres afrodescendientes presentan la tasa de desempleo más alta a nivel nacional. Las trabajadoras mayoritariamente se dedican al trabajo doméstico, 1 de cada 4. Si bien en los últimos años han existido acciones y normas dirigidas a regular el trabajo doméstico, solamente el 55% de estas trabajadoras están formalizadas».

«En vistas de esta situación, el Estado no debe estar ausente en los arreglos entre empleado y empleador, situación que habilita la LUC. La violencia basada en género (VBG) aumentó durante la pandemia. Las mujeres afro experimentamos mayores niveles de VBG en todos los ámbitos con respecto a las mujeres no afro. La LUC debilita a las instituciones dedicadas a combatir este flagelo, genera obstáculos para realizar las denuncias y obtener una debida respuesta, con personal que ahora es nombrado de confianza en lugares donde se requiere formación y alta calificación, que solamente se logra con llamados a concurso abierto, que era lo que existía. A pesar de las políticas sociales que en los últimos años han disminuido la pobreza en forma global, se mantiene la brecha -como hemos visto- en los indicadores de pobreza entre la población afro y no afro, que asciende a más de 11 puntos y se ha incrementado en la pandemia. Tenemos datos de 2021. Datos del año pasado, de UNPFA, en cuanto a la pobreza infantil en Montevideo. Estos muestran un aumento de 2% para la niñez no afro y de 9% para los niños y las niñas afro, que pasó de 37.4% a 46.9%. Casi la mitad de la población infantil en Montevideo es pobre. Pensamos que lamentablemente los datos en el interior serán similares o peores aun. Urge claramente una acción focalizada hacia esta población. Evidentemente estos niños y estas niñas no son hijos de los ‘malla oro’ porque en la población afro no hay ‘malla oro’. El racismo a la uruguaya es un racismo de costumbre automático, irreflexivo, naturalizado, culturalmente establecido, que no llega a ser reconocido o explicitado. Se presenta de forma tan solada que no habilita defensa, opera silenciosamente, se infiltra en ademanes, dichos, miradas, postergaciones. El racismo diario en donde la apariencia juega un rol fundamental. Se presenta en forma inocente, pero es terrible y su accionar comienza ya en edades tempranas. Lo sufren las niñas y los niños afro y su resultado es la exclusión de las personas afro de los lugares de reconocimiento social. Alertamos que en los últimos tiempos han aparecidos actos racistas violentos que expresan desprecio y odio y que requieren ser reprimidos. En 2016-2017 el equipo de Antropología de la Facultad de Humanidades realizó a pedido de la OPP y en función de que se iba a realizar una estrategia hacia la población afro al 2030, que obviamente ya no está más; realizó un relevamiento etnográfico antropológico de la comunidad afrouruguaya en los departamentos de Rivera, Cerro Largo, Artigas, Salto y Montevideo».

«Extraemos del documento de forma textual: ‘ninguna de las narrativas recogidas sale incólume de la impronta del racismo y la discriminación. Desde profesionales y técnicos hasta familias de analfabetos, todos expresan en sus trayectorias diferentes niveles de vulneración simplemente por la razón de ser afro uruguayas o afro uruguayos. Este racismo envolvente en los espacios de enseñanza no resulta solamente un recuerdo de generaciones pasadas, sino que en la actualidad también se manifiesta en docentes blancos en relación a otros u otras docentes afro uruguayas, también a estudiantes, y en la interacción entre pares. Cabe señalar que las modalidades de racismo y discriminación que ocurren en los ámbitos públicos de enseñanza no se remiten únicamente al insulto u otras formas de desconsideración. La atención diferenciada a alumnos blancos y afrouruguayos los supuestos de lo que los unos y otros son capaces de aprender son implícitos en las prácticas educativas que terminan truncando trayectorias educativas bien generando analfabetos con primaria formalmente finalizada, como constatamos durante todo nuestro trabajo de campo'».

«Se educan a unos niños de una manera y a otros de otra. Estos niños, vuelvo a decir, no son los hijos de los ‘malla oro’ , por lo tanto, ¿requerimos más datos para actuar?»