Continuando con el ciclo de entrevistas a 20 años de la crisis de 2002, recibimos hoy a Gustavo Bernini. Bernini fue dirigente de AEBU, consejero central durante esos años; fue diputado por Montevideo hasta 2015 y presidente de de INACOOP hasta 2020.

“El 2002 fue el fracaso más rotundo, dramático y estrepitoso del modelo económico que se llevaba adelante en este país. Esa es la realidad. Un país que durante la dictadura y luego en los sucesivos gobiernos y particularmente, en la década del 90 acompañado por un fenómeno mundial, llevó adelante las políticas de desregulación laboral de liberalismo económico fundamentalista (…) Uruguay era un enclave financiero para la región. Y esto quiere decir para cumplir el rol de lavar dinero. Ese era el Uruguay de aquel momento. Si uno analiza por qué pasó lo que pasó en la banca es porque el Banco Central no tenía una normativa que la controlara. ¿Fue casualidad? No, a propósito no se quiso controlar. Si decimos que la economía uruguaya estaba permeada por los capitales argentinos y brasileros, y los depósitos por ejemplo, estamos hablando de cerca de un 70% de no residentes, es producto de que había un atractivo para los depositantes argentinos y brasileros de traer el dinero para acá. ¿Para qué? Para evadir impuestos, para no tener que dar explicaciones de cómo hacen el dinero. Y si a eso le agregás que no había un Banco Central ni había una política tributaria que de alguna manera pusiera algún freno a lo que podría ser el liberalismo absolututo. Bueno, es obvio que cuando en Argentina empieza a pasar lo que pasa el nivel de dependencia del Uruguay era de tal nivel que los capitales especulativos que estaban en el Uruguay -el capital es cobarde- así como en la Argentina se empezó a retirar, acá también. Eran capitales especulativos. Son capitales que vienen acá cuando les sirve y se van apretando un botón. Y eso fue lo que provocó la realidad. 

 

Yo le agregaría lo que fue producto de una política económica que cuando Brasil devaluó en 1999, Uruguay no busca acompañar esa devaluación y significa una pérdida de mercado brutal´por parte de nuestro país porque sobre todo en aquel momento la colocación de nuestros productos era mayoritariamente en la región. Con estos conceptos, después le podemos agregar la aftosa, le podemos agregar un montón de factores, pero acá hay una explicación política. Y la explicación política es que se cayó el modelo.

 

Uno puede preguntarse qué hizo AEBU para que esto no se diera. Yo vuelvo a recordar, No todos lo dicen en estos días que he escuchado algunos programas especiales sobre este tema, AEBU, entre otras cosas, desde el año 1998, luego de un debate a lo largo y a lo ancho del gremio, culminado en un Congreso y encuentros que se hicieron con el conjunto de los delegados de cada base, de cada banco a nivel de encontrarnos en un solo lugar, elaboró una propuesta ‘La Banca asunto de Estado’ y con esa consigna, con ese documento, candidato por candidato en las elecciones del 1999 para presentarle el documento y para decirles cuál era la situación del sistema financiero, a donde se iba a terminar y cómo había que adelantarse para evitar que se terminara de esa manera. O que AEBU se anticipó, caracterizó la etapa, explicó esto científicamente, con datos, con estadísticas, etc., dijo las vulnerabilidades que existían en el país y planteó una necesidad de cambio de orientación política para que evitar que esto culminara en lo que podía ser una crisis. Crisis que ya habíamos vivido en 1982, porque cada veinte años se produce una crisis. En el 82 pasó algo parecido, fue el momento en el que se vendió cartera, vinieron bancos extranjeros a Uruguay que compraron bancos por un dólar. El Santander, por ejemplo, entró a Uruguay comprando el Banco del Litoral por un dólar. Esas historias de las crisis cíclicas del sistema financiero, pero en este caso no sólo del sistema financiero sino que arrastró la cadena de pagos´, el problema del endeudamiento, el problema de la credibilidad en el sistema, la corrida de depósitos, etc”