En Camacuá Diario hablamos con los economistas Aníbal Peluffo y Soledad Giudice, de la Comisión Técnica Asesora (CTA) de AEBU. La digitalización del sistema financiero es un fenómeno que tuvo en los últimos años una aceleración importante pero que parte de un dilema histórico: la forma en la que la incorporación «máquinas» impacta en el mercado laboral y las relaciones laborales.

En el sistema financiero no se habla de máquinas sino de software, fintech, startups, entre otros neologismos. Peluffo explicó que se trata de un sector que «por cómo trabaja depende principalmente de los trabajadores y de la tecnología que usa para que esos trabajadores hagan sus tareas. Antes de los noventas se trabajaba principalmente de forma manual, con formularios, máquinas de escribir», de una forma más analógica. «Desde fines de los ochentas y los noventas se empiezan a aplicar los sistemas informáticos, las computadoras, que cambiaron radicalmente el trabajo (…) Se empiezan a necesitar menos trabajadores o menos horas de trabajo para proveer los mismos servicios y ese es un fenómeno que va avanzando». Sobre los dos mil «se empieza a poder hacer lo mismo vía web o vía aplicaciones».

Algo que observan los economistas es que el ritmo de incorporación de tecnologías no sólo depende del impulso de las empresas vinculadas al negocio, sino también de la sociedad. «Vos podés tener la capacidad tecnológica para que algo se digitalice del todo, que esté el conocimiento para que algo se haga absolutamente por computadora, y otra cosa es que todos los otros elementos de la sociedad puedan incorporarlo», explicó Giudice. En ese sentido, dijo que la pandemia de la que se está saliendo aceleró la incorporación de tecnología que ya existía por parte de usuarios que al momento no la habían adoptado. Las restricciones de movilidad y teletrabajo hicieron mucha gente «que no tenía preferencia» por estas vías, «adquiriera habilidades digitales que antes no tenía, porque no le quedaba otra». Esto sí es un cambio importante, ya que aceleró «las metas» de digitalización que tenían los bancos.

El negocio financiero crece. La digitalización avanza. ¿Cuál es impacto en el empleo? ¿De qué manera afecta a las relaciones laborales?

La CTA trabaja en este tema, con el apoyo de FES y de la Universidad de la República, desde hace meses en el relevamiento de lo investigado y propuesto por AEBU a lo largo de los años sobre este tema. La incorporación de tecnología supone cambios en el tipo de puestos de trabajo que las empresas financieras necesitan, genera cambios en la seguridad social por la cantidad de trabajadores activos, así como también supone desafíos de organización sindical.

El equipo se encuentra desarrollando este relevamiento al tiempo que organizó junto a FES un ciclo de formación en prospectiva, donde forma colectiva el sindicato puede pensarse a sí mismo en diferentes escenarios posibles y aportar a lo deseable. Peluffo y Giudice conversaron en esta nota sobre de qué manera este tema resultó en una respuesta «única en el mundo» en seguridad social, ya que en la medida que crece el negocio financiero o se incorpora tecnología, el aporte de estas empresas aumenta; entre otras acciones.