Clara Nicolini e Isabel Pérez

por Camacuá Diario

«Teníamos que pensar todo, desde el mobiliario, el tamaño de las sillas, las mesas, los colores. Fue una experiencia realmente maravillosa». Así recuerda la maestra Clara Nicolini los inicios del Jardín y Extensión Escolar de AEBU en el año 1974.

«Nuestra vida particular se trenzó con la creación de la guardería», agrega Isabel Pérez, también maestra, ingresada a la institución en el año 1975. «Hay mucha cosa junta y compartida, éramos como una familia», rememora.

En diálogo con Camacuá Diario, ambas trajeron al presente vivencias de aquellos primeros años del Jardín, con la dictadura presente y los militares entrando al edificio del sindicato.

Para Nicolini, «lo que pasaba afuera quedaba afuera» y estar en el Jardín «era una manera de salvarnos, de tratar de resguardarnos como docentes». 

A su vez, Pérez destacó que «nuestro interés, nuestro centro, era la formación de niños y niñas, y la felicidad colectiva» y subrayó «la importancia de la complicidad que nosotros teníamos con los padres».