“La inflación es un fenómeno que es el aumento de precios de la economía, algo que sucede naturalmente. Lo que se trata de hacer es medir la inflación para ver qué tanto se está afectando, o sea qué tanto están subiendo los precios. Para eso se utiliza el IPC, que es el Índice de Precios al Consumo. El INE [Instituto Nacional de Estadística] recoge los precios que se cobran en el super y en un montón de otros lugares, tanto la salud, la vivienda, los muebles, la ropa, todo, y hace un índice que muestra cuánto subieron los precios. En general se acepta que lo que mide ese índice lo que mide es la inflación, o sea el aumento de precios”
En el informe de la CTA habla justamente del encarecimiento de los precios por encima del promedio general. ¿Qué particularidades detectaron en este aumento?
«Lo primero que vimos es que el último dato es que la inflación prácticamente llegó al 10%, llegando a los dos dígitos, es un número que empieza a llamar la atención. Entonces nos propusimos ver por qué llegó a ese valor y lo que vimos es que hay algunos rubros, como por ejemplo la alimentación, alimentos y bebidas, la salud y la vivienda que superaron también los dos dígitos y son los que están empujando la inflación pero principalmente los alimentos. Allí surgió el interés, porque si tenemos una inflación tan alta que está por encima del 13%, hay que ver qué implicancias tiene y cómo está afectando a las personas. Decidimos hacer un informe en el que buscamos medir la inflación por ejemplo para los distintos niveles de ingresos de la población, los sectores de bajos recursos, la población más vulnerable o los sectores de mayores recursos también teniendo en cuenta que el contexto es de una discusión de políticas alimentarias, políticas para combatir la pobreza (se conocieron datos de pobreza), valía la pena hacer este tipo de análisis”.
Cuando hablamos del encarecimiento de los alimentos y este rubro que marca el 13,3%, se trata de un promedio, es decir, que hay alimentos cuyo precio creció más.
«Sí, claro. Es como si fuera un índice más chico que recoge todos los alimentos y bebidas y ahí por ejemplo las frutas y verduras que son los precios más volátiles justo en esos meses también tuvieron un empuje inflacionario. Los precios aumentaron más rápido y eso llevó a la inflación a esos valores. Lo que quiere decir que hay algunos rubros que crecieron muy por encima de eso y otros por debajo. En general, ir a comprar alimentos al super o al almacén salió 13% más caro que un año atrás»
¿Qué pasa con los hogares de menores recursos? ¿De qué manera los está afectando esta aceleración de la inflación?
«Eso es lo que queríamos tratar de capturar en el informe. Lo que hicimos fueron cálculos en base a datos oficiales que nos permitieran ver para el 10% más pobre de la población, de menores recursos, y el 10% más rico de la población a qué inflación se habían enfrentado. ¿Por qué? Porque tienen canastas de consumo distintas. Es decir, los sectores de menores recursos por ejemplo gastan un 35% de su ingreso en alimentos; y los de mayores recursos gastan un 10%. Entonces, claramente esta inflación de ahora les afectó distinto. Si los alimentos fueron los que se encarecieron más, una persona que gasta más en alimentos va a sufrir más la inflación que una que gasta menos. Lo que vimos fue que la inflación hace unos meses, pero principalmente en estos últimos registros, es mucho más alta para los sectores de los ingresos bajos. En el primer decil la inflación está por encima del 10, en el entorno del 10,5%; y en el decil más alto, en el 10% de la población que tiene más recursos, la inflación está por debajo del 9,5%. Hay más de un punto de diferencia en la inflación entre esos dos sectores de la sociedad»
«Otra cosa interesante a tener en cuenta es que la inflación afecta mucho más a los de menores recursos porque todos sus ingresos están puestos ahí, las personas de menores recursos gastan toda la plata que tienen en el consumo del mes, incluso a veces no les alcanza, se tienen que endeudar. Los sectores con más recursos tienen capacidad de ahorrar, si cobran 100 capaz tienen la posibilidad de guardar 20, y eso no está expuesto a la inflación. Sólo una parte de sus recursos sufren la inflación. Entonces hay un doble impacto que sufren los hogares de más pobres, respecto de los más ricos».
Otro aspecto importante expuesto en el informe tiene que ver con el poder de compra de los salarios que cae en un contexto de crecimiento de la economía, una “recuperación” post pandemia que no alcanzan a ver las y los trabajadores.
«Tal cual, tenemos por un lado el salario real, que también es un indicador que se mide con datos oficiales, se encuentra en terreno negativo. Estamos teniendo una pérdida de salario real, que eso además -como las jubilaciones se ajustan en base al salario- también están perdiendo poder adquisitivo, es decir, pueden comprar menos que un año atrás. La inflación avanza más rápido de lo que crecen los salarios y las jubilaciones. Esto lo que hace es que el ingreso de los hogares, que en general en su mayoría se componen por ese tipo de fuente de ingresos como los salarios y las jubilaciones, se está recuperando mucho más lento de lo que se recuperó la economía en la pandemia. Ahora viendo la evolución del PBI que sería la economía en su conjunto, incluso viéndolo per cápita, como si se distribuyera a todos por igual, el PBI está creciendo a una velocidad mucho más rápida que los ingresos de los hogares. Esto en realidad lo que está mostrando es que ese crecimiento que se está dando ahora, estamos en un país que ahora no está en recesión ni en crisis, no se está trasladando a los ingresos de los hogares. Hay un tema distributivo. No se está distribuyendo ese crecimiento, y no es que no se esté distribuyendo bien, no se está ni cerca de ir a un ritmo en el que se mantenga la distribución».
«Eso también está afectando otras cosas como el consumo interno en general, hay estadísticas que muestran que el consumo también está creciendo más lento y está relacionado con que el mercado interno se mueve en base a los ingresos de los hogares y los ingresos, al crecer más lento, están afectando también esa actividad del mercado interno».
Recientemente se dieron a conocer datos oficiales sobre pobreza y particularmente en el informe advierten sobre el impacto de esta aceleración de la inflación en la población infantil. ¿Qué es lo que sucede con este sector de la población?
«Esto es lo que seguiría en el hilo de razonamiento. Si los ingresos no están creciendo y la inflación está avanzando más rápido, se están deteriorando en algunos sectores de la sociedad los ingresos de la población. Los sectores más vulnerables de la población, que sufren una inflación más alta, es razonable, es esperable que sus condiciones de vida empeoren. Las estadísticas de pobreza que aparecieron hace poco, que divulgó el INE también, los datos oficiales, en realidad la pobreza a nivel general se mantuvo respecto al año anterior; pero está peor que antes de la pandemia. Lo que sí empeoró de forma muy notoria es la pobreza en los niños, principalmente en los niños menores de 6 años, con un crecimiento muy notorio, entre el año pasado y este, y eso está muy relacionado con lo que estábamos hablando. Los ingresos de los hogares de menores recursos son los que tienen en general más niños a cargo y eso hace que la inflación esté afectando los ingresos de los hogares que justamente comprenden la mayor cantidad de niños. Es razonable que eso también se refleje en indicadores de pobreza, que para esos sectores de la población que sean peores. Teniendo en cuenta ademas que la inflación está apoyada en un crecimiento del precio de los alimentos también vale la pena tener en cuenta que hay un tema de alimentación detras que incluso hoy salieron datos nuevos del INE que muestran la inseguridad alimentaria que hay en el país, un informe que es la primera vez que se divulga, y se condice también con información que sacó la Universidad de la República, la Facultad de Ciencias Sociales, que midió la cantidad de porciones servidas por las ollas populares que en 2020 eran un millón ochocientas mil por mes y ahora en 2022 es prácticamente lo mismo. Es decir, existe un sector de la población con dificultades para acceder a los alimentos, es muy claro ese diagnóstico y no parece que eso se esté revirtiendo ahora».
Finalmente, más allá de lo insuficiente que parece en función de estos datos la política económica enfocada a la distribución, ¿qué pasa con lo que esperaba el gobierno de la la inflación y que implica esta aceleración?
«El gobierno tiene proyecciones, tiene principalmente un rango meta del Banco Central que tiene como techo el 6%, o sea que ahora la inflación está cuatro puntos por encima de lo que el gobierno tiene como techo objetivo. A su vez las proyecciones que hace el gobierno en la Rendición de Cuentas también se están superando bastante. El gobierno ha dicho que tiene como objetivo principal controlar la inflación y el déficit. La inflación es muy difícil de controlar, ya que depende de controles internos pero también externos. Entonces estamos en un escenario en el que la inflación no está pudiendo ser controlada y al mismo tiempo la política del gobierno en cuanto a los ingresos, es decir los salarios y otro tipo de transferencias también es restrictiva. Entonces, están bajando los ingresos al mismo tiempo que la inflación está fuera de control del gobierno y eso va a un escenario que es el que estábamos comentando: hay sectores en la sociedad que claramente lo sufren más».
El informe de la CTA está disponible en el sitio aebu.org.uy
Escuchá la entrevista con el economista Aníbal Peluffo
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