Entrevista con Paulo Niccoli, desde San Pablo

En Brasil continúan los disturbios por parte de fanáticos bolsonaristas que han cortado rutas en varios estados, desconociendo los resultados del pasado domingo que dieron como presidente electo a Luiz Inácio Lula Da Silva. Jair Bolsonaro ha roto el silencio que mantenía desde el domingo en una conferencia de muy pocos minutos que fue transmitida por streaming, donde respaldó las protestas y evitó hacer referencias explícitas a la elección. Sin embargo dijo que «respetaría» la Constitución de Brasil.

Luego de haber dificultado por varias vías el voto de personas que votarían por Lula el domingo, bolsonaristas protagonizan varios disturbios esta semana que incluyen el corte con quema de neumáticos en varios estados. «Son conductores de camiones, que obedecen a sus patrones, personas de clase media alta, que están en la calle y que exigen a las fuerzas armadas una intervención; pero las propias fuerzas armadas han declarado que no van a participar, que esto es irracional», explicó Niccoli.

Este jueves comienza formalmente la transición, algo que está determinado por ley en Brasil, «que obliga a la gestión actual a promover o practicar la transición con el nuevo gobierno». En ese sentido, «Lula ha determinado que sea su vicepresidente, Gerardo Alckmin» como la persona indicada para «negociar la transición con el equipo de Bolsonaro». En esta transición, el equipo de Lula, liderado por Alckmin, una figura «de derecha progresista», se está encontrando por ejemplo con el decreto de «100 años de silencio para investigaciones y documentos de Brasil durante la pandemia, sobre su familia, que está muy probablemente próxima a casos de corrupción; de hecho se ha descubierto que compraron más de 50 apartamentos».

De estos asuntos y otros dialogamos con Paulo Niccoli, doctor en Ciencias Sociales, desde San Pablo, Brasil.

 

FOTO: Agência Senado