Este viernes en Camacuá Diario conversamos con el economista Eduardo Larralde, integrante del Consejo Honorario de la Caja Bancaria en representación de los trabajadores, para conocer sobre las últimas reuniones de la institución con el Gobierno y los legisladores.

En primer lugar, el día miércoles 15 de febrero, el Consejo tuvo una reunión con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, el cual propuso «la creación de una comisión para definir el encuadre que tiene que tener la solución» al «desfasaje financiero transitorio» que tiene la Caja Bancaria.

Larralde sostuvo que «dentro de la ley 18.396 -que reformó la Caja en 2008- están los mecanismos para poder superar esa etapa», que consisten en «llevar la PCP a un porcentaje mayor».

Al día siguiente, una delegación de la Caja Bancaria compareció ante la comisión de la Cámara de Diputados que estudia la reforma de la seguridad social. «Fuimos citados para que la Caja informara sobre cuáles son los efectos de la aplicación de la nueva ley en el régimen de Caja Bancaria», contó Larralde, y detalló que, además de una representación del Consejo Honorario, estuvieron presentes jerarcas de las distintas áreas específicas de la Caja.

En ese sentido, Larralde expresó su sorpresa por las declaraciones posteriores de un diputado que criticó la presentación de la Caja, y subrayó que la delegación expuso dos extensas intervenciones, que además «se elaboró un profuso dossier de más de 120 páginas» y que gracias a lo nutrido de la delegación «estaban todas las áreas cubiertas» ante posibles preguntas.

Sobre los efectos concretos que puede tener la aplicación de la reforma en la Caja Bancaria, Larralde reseñó varios perjuicios. Uno de ellos: el alto costo que tendrá el pasaje al régimen de capitalización individual. «Ese tipo de alternativas tiene costos que son absolutamente insalvables para la Caja, la desfinancian y la desvirtúan totalmente», señaló, y dijo que para ese proceso «el costo de transición, es decir lo que tendría que cubrir el Estado, suma 2113 millones de dólares».

También mencionó cómo podría afectar el nuevo régimen a las prestaciones de Caja Bancaria y advirtió que implicaría «pérdidas importantísimas en todo el espectro de prestaciones que brinda la Caja», a niveles «absolutamente sorprendentes» que llevarían a «una disminución brutal en lo que se recibe por prestaciones».