El teatro como forma de combatir discriminación y estereotipos que viven personas en situación de discapacidad

El teatro como forma de combatir discriminación y estereotipos que viven personas en situación de discapacidad

El martes 30 de octubre, a las 18:00 horas, en el Centro Cultural Florencio Sánchez se lanzará la gira nacional de la obra de teatro «La Cueva de los Monstruos”, una obra de teatro dirigida a niñas, niños y adolescentes, escrita por el dramaturgo uruguayo Joaquín Dholdán.

A través de esta obra, el autor pone en escena con humor e ironía algunas de las múltiples formas de discriminación que viven las personas en situación de discapacidad. El evento del martes dará lugar al inicio de una gira que llevará la obra por los 19 departamentos del país y tendrá un componente educativo de trabajo con escuelas.

La gira surge como una iniciativa del Espacio de Coordinación y Atención Nacional en Discapacidad (espacio Candi) del Ministerio del Interior. Dialogamos con Martín Maguna, integrante del Espacio candi.

La cueva de los monstruos - Entrevista con Martín Maguna

Mujeres y Discapacidad: construir identidad y visibilizar una realidad

Mujeres y Discapacidad: construir identidad y visibilizar una realidad

Natalia Farías es psicóloga, militante de diferentes espacios vinculados a personas con discapacidad, y trabaja en la División Asesoría para la Igualdad de Género. Este jueves visitó La Trama para contar sobre un proyecto que será lanzado oficialmente mañana, que involucra a las Intendencias de Montevideo y Canelones, además de otras ciudades de Argentina.

Consiste, según contó Farías, en «brindar un espacio para mujeres con discapacidad, y mujeres que no necesariamente tengan una discapacidad pero quieran participar del grupo, con el objetivo de empezar a pensar en el colectivo, visualizar las necesidades, empezar a constituir una identidad y poner sobre la mesa una temática que muchas veces queda invisibilizada«.

Farías aclaró que no se trata solo de necesidades, «sino de visibilizar las realidades«, y agregó que se apunta a «sentarnos a pensar qué queremos, qué nos pasa, cómo vivimos ser mujer, y un montón de cosas que, para la mujer con discapacidad, durante mucho tiempo en la historia quedó totalmente invisiblizada y sobre todo infantilizada».

Haciendo la comparación entre las mujeres y los hombres con discapacidad, Farías marcó cosas en común como «la accesibilidad y el acceso a la educación«, pero dejó en claro que «también hay otro montón de cosas que son particulares a la mujer con discapacidad, por ejemplo el acceso a la salud ginecológica«.

Farías integra el colectivo Mujeres y Discapacidad, y admite que también se deben un debate interno. «Hay que empezar de a poco, porque recién estamos comenzando y porque hay cosas para pensar a la interna. Hay un trabajo intenso que tenemos que tener nosotros«, señaló.

«Este grupo empezó en setiembre u octubre del año pasado, es nuevo, nos juntamos una vez por mes, más o menos», narró Farías sobre el colectivo. También llamó a «entender de qué hablamos cuando hablamos de diversidad«, porque «no todas tenemos las mismas necesidades». «Sí nos junta el hecho de ser mujer, y eso está bueno«, remarcó.

Por otro lado, recordó la acción que realizaron en el pasado Día Internacional de la Mujer: «El 8 de marzo salimos en la marcha con unas remeras que decían ‘primero mujeres‘ y con una pancarta que decía ‘somos mujeres, no nos invisibilicen detrás de la discapacidad‘, porque muchas veces la discapacidad se pone por delante de la condición de ser mujer».

Farías sostuvo que el grupo «está en esa etapa de ver cómo seguimos y qué queremos lograr». «Sí hay un montón de ganas y un montón de cosas explícitas, y otras no tanto, que tienen que ver con el deseo de pensarnos y de decir ‘bueno estamos acá, necesitamos esto, queremos esto otro y exigimos esto otro’«. Por último afirmó que, más allá de reclamar y exigir, «hay que construir entre todos las estrategias«.