Premio del BCU sobre economía y género va por su segunda edición

Premio del BCU sobre economía y género va por su segunda edición

Andrea Basal, Andrea Barón y Claudia Suárez

por Camacuá Diario

El pasado 25 de abril fue lanzada oficialmente la segunda edición del premio Economía y Género en el Sistema Financiero, una iniciativa surgida del Comité de Calidad con Equidad de Género del Banco Central del Uruguay, órgano en el cual AEBU participa activamente con representantes sindicales.

Las bases ya están disponibles en la web y el plazo para la recepción de postulaciones es hasta el 11 de octubre. «Estamos recibiendo trabajos de investigación en economía con perspectiva de género en el sistema financiero», resumió Andrea Basal, integrante de la Comisión Representativa del BCU y del Comité de Calidad con Equidad de Género.

AEBU también está representado en el jurado del concurso, por intermedio de la economista Soledad Giudice, integrante de la Comisión Técnica Asesora. También conformarán el jurado miembros de la Universidad de la República, el Banco Central, la Asociación de Bancos Privados del Uruguay y ONU Mujeres.

A través de la casilla de correo comitecalidadequidadgenero@bcu.gub.uy se reciben consultas de toda índole para los interesados en presentarse, y además para quienes lo soliciten se pondrán a disposición bases de datos que serán útiles para la realización de las investigaciones.

Por un lado se aportarán datos de la Central de Riesgos, que «tiene información que dan los bancos, administradoras de crédito y otra empresas sobre operaciones crediticias», según explicó Andrea Barón, otra de las representantes de AEBU en el Comité de Calidad con Equidad de Género del BCU.

También se brindarán datos de los últimos cinco años sobre deudores, «de los cuales se puede seguir su monto de deuda, si está vigente o vencida, cuál es la calificación que tiene y algunas de sus características, principalmente el género»; y además se pondrán a disposición datos «sobre el personal superior de las instituciones del sistema financiero con una perspectiva histórica, con información identificada sobre el cargo y el género de la persona».

«Estamos muy contentos y contentas de poder seguir con este proyecto», valoró Claudia Suárez, compañera de AEBU del Banco Central, y destacó que para el sindicato es muy importante que se desarrollen las investigaciones en esta materia porque «mejora los niveles de diagnóstico».

De Rosa: «Uruguay hoy es un país más desigual que antes de la pandemia»

De Rosa: «Uruguay hoy es un país más desigual que antes de la pandemia»

Transcurridos más de cuatro años de administración del actual Gobierno y, sumergidos ya en la campaña electoral, los balances económicos de lo que ha dejado este período empiezan a escucharse con más asiduidad. El discurso del oficialismo se aferra a la idea de que la economía creció, sin embargo si se empieza a desglosar el concepto y a analizarlo en profundidad, la realidad no parece muy alentadora.

«En términos de contexto el crecimiento fue relativamente magro y escaso, y tiene un problema adicional que es la forma en que ese crecimiento se distribuyó», sostuvo el economista Mauricio De Rosa, docente e investigador de la Facultad de Ciencias Económicas y Administración de la Universidad de la República.

«Sabemos que los ingresos han crecido respecto a 2019, muy poquito pero han crecido, pero el grueso de ese crecimiento se concentra en los hogares de mayores ingresos», desarrolló, y agregó que dentro del quintil más rico de la población, el más -y el único- favorecido en este período, es el 1% más rico el que más se benefició de todos.

Para De Rosa, «esto es consistente con toda la evidencia que ya teníamos, que es que comparado con 2019 hoy tenemos más pobreza, en particular más pobreza infantil, y también más desigualdad». Esto permite afirmar que «Uruguay hoy es un país más desigual que antes de la pandemia».

El indicador que mide la desigualdad de los países es el Índice de Gini, y en este rubro Uruguay aumentó 1,1 puntos. «Las variaciones del Índice de Gini son siempre muy moderadas, por lo que un crecimiento de 1,1 es un crecimiento muy sustantivo de la desigualdad», explicó De Rosa.

En términos regionales, el magíster y doctor en Economía contextualizó que los países de América Latina y el Caribe son, en promedio, menos pobres que antes de la pandemia. «Si uno hace un ranking de países, básicamente en la mitad hay menos pobreza que antes de la pandemia y en la otra mitad hay más. Uruguay está en la mitad mala», dijo De Rosa.

Y en cuanto a desigualdad, la situación es aún peor para Uruguay comparado con la región, ya que «de todos los países de América Latina y el Caribe hay solo tres que tienen más desigualdad que antes de la pandemia, y Uruguay es uno de ellos».

Los motivos del fracaso

«Las políticas públicas siempre son claves para moderar o reducir el crecimiento de la desigualdad», explicó De Rosa, y el caso de Uruguay en los últimos cuatro años no es la excepción.

Un ejemplo es la política tributaria aplicada por el Gobierno, por ejemplo a través de la debilitación del IRPF y el IASS, «los impuestos redistributivos por excelencia», cuyas reducciones moderan su efecto.

Otro ejemplo es la política salarial, que para De Rosa «fue en los primeros años -2020 y 2021- muy agresiva con los trabajadores», y que cuando empezó a recuperarse a partir de 2022 «no lo hizo de forma homogénea ni favoreciendo a los trabajadores con salarios más bajos».

Finalmente, un último factor que explica el aumento de la desigualdad en Uruguay es la reducción del gasto público social en relación al Producto Interno Bruto. Ese índice funciona «para ver cuál es el esfuerzo que hace la sociedad para transferir, por ejemplo, recursos a los hogares más pobres».

«Si bien las políticas públicas no son el único elemento que uno tiene que considerar, si uno mira el gasto público social, la política salarial y la política tributaria en ninguno de los casos uno ve un esfuerzo por reducir la desigualdad, entonces el resultado obtenido no es para nada llamativo: un país que crece, pero con más pobreza y más desigualdad», concluyó De Rosa.

Con respecto a 2019 hay 100.000 trabajadores más que ganan menos de $25.000

Con respecto a 2019 hay 100.000 trabajadores más que ganan menos de $25.000

Tras la publicación de la Encuesta Continua de Hogares 2023, realizada por el Instituto Nacional de Estadística, salieron a la luz diversos informes que analizan sus resultados y revelan el estado actual de los ingresos en la población uruguaya.

Uno de ellos estuvo a cargo del Instituto Cuesta Duarte, que tiene que ver con el significativo aumento de trabajadores que tienen un ingreso laboral sumergido, es decir, que ganan menos de $25.000 al menos por una jornada de 40 horas semanales.

Según contó la economista Alejandra Picco, integrante del Cuesta Duarte, en diálogo con Camacuá Diario, «en la comparación 2019-2023 hubo un incremento en la cantidad de trabajadores con salarios sumergidos de aproximadamente 100.000 ocupados».

Además, agregó Picco, «no solo creció la cantidad de trabajadores con ingresos laborales sumergidos, sino que también son un mayor porcentaje dentro del total de ocupados». Esto demuestra que «los nuevos puestos de trabajo son de ingresos bajos, y eso habla de la calidad de esos puestos de trabajo».

Por otro lado, un informe elaborado por la consultora Exante hace foco en los ingresos de los hogares uruguayos en términos reales que, en promedio, aumentaron levemente respecto a 2019. Sin embargo, analizando más en detalle ese aumento se aprecia que «solamente el quintil más rico, el 20% de hogares con mayores ingresos, se encontró en 2023 con mayores ingresos que en 2019; y el 80% de los hogares con menores ingresos todavía en 2023 no volvió a los niveles de ingreso real que tenía en 2019″.

A la hora de explicar este fenómeno, Alejandra Picco señala que «se habla mucho de la pandemia y obviamente la pandemia fue un shock en el mercado de trabajo», pero recalca que «estos datos nos hablan, más que de la pandemia, del proceso de recuperación posterior».

«Hoy en día tenemos una economía más rica que en 2019, pero si abrimos los datos encontramos que a las poblaciones más vulnerables y de menores ingresos les ha ido peor. Esto está en consonancia con los datos de pobreza, en los que también estamos peor que en 2019″, agregó la economista.

Picco sostuvo que el período pospandemia «fue un proceso bastante desigual» dado que «hubo quienes se beneficiaron más de ese crecimiento y quienes no». «Lo que hay detrás es que si no hay políticas que propendan a que ese crecimiento favorezca a todos los sectores por igual, terminamos en una situación de mayor desigualdad», concluyó.

AEBU e IPRU presentan informe sobre endeudamiento excesivo en Uruguay

AEBU e IPRU presentan informe sobre endeudamiento excesivo en Uruguay

El informe «Endeudamiento excesivo en hogares uruguayos», realizado en conjunto por AEBU y el Instituto de Promoción Económico Social del Uruguay (IPRU), será presentado públicamente el próximo lunes 29 de abril, a las 17:00 en el espacio Recreo, en Sarandí 320 esq. Colón.

Este trabajo fue realizado en el marco del 4° Examen Periódico Universal de la ONU y expuesto ante sus representantes hace algunas semanas. En aquella ocasión más de 20 organizaciones sociales presentaron diversos informes, cada cual sobre una temática particular, vinculados al cumplimiento -o incumplimiento- de los Derechos Humanos en nuestro país.

La propuesta de AEBU y el IPRU de tratar el sobreendeudamiento de las personas como un asunto que repercute en los Derechos Humanos arrojó un enfoque innovador sobre esta problemática. «Era la primera vez que se presentaba este tema en la ONU, tuvo buena repercusión y a los países les llamó la atención», contó la economista Soledad Giudice, integrante de la Comisión Técnica Asesora del sindicato.

En entrevista con Radio Fénix, Giudice contó que las fuentes de información para el estudio fueron el clearing de informes y los datos de la Central de Riesgo del Banco Central. De allí se desprende que hay unas 680.000 personas sobrendeudadas, o calificadas como deudoras con capacidad comprometida de pago.

Además, «hay toda otra parte de endeudamiento informal de la que no hay información» y donde existen prácticas «que no cumplen con las leyes», lo cual agrava aún más el problema. Quienes acceden a ese tipo de créditos, explicó la economista, «son personas que ya están excluidas de otros derechos, en general están en situaciones vulnerables y no están en condiciones de acceder al mercado formal».

El informe cuenta también con una parte propositiva, donde AEBU e IPRU elaboran una serie de recomendaciones a corto, mediano y largo plazo para avanzar en este tema. Resumiendo estas propuestas, Soledad Giudice dijo que «se necesita una política pública integral» por parte del Estado, que incluya entre otras cosas «la educación financiera de la sociedad, mejorar la regulación del mercado de crédito y un acceso equitativo de todas las personas al sistema financiero formal».

Instituto Cuesta Duarte criticó anuncios de la ministra Arbeleche

Instituto Cuesta Duarte criticó anuncios de la ministra Arbeleche

Tras la conferencia de prensa brindada el miércoles por la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, el Instituto Cuesta Duarte realizó fuertes críticas respecto al contenido de sus anuncios y sus proyecciones para este año.

En entrevista con Camacuá Diario, el economista Pablo Da Rocha, integrante del Cuesta Duarte, opinó que el publicitado crecimiento del PBI (3,6% respecto a 2019) es «magro», ya que «no altera la estructura productiva en nuestro país, ni tampoco la matriz exportadora».

«Tampoco fue lo suficientemente significativo como para cambiar las condiciones de empleo y salariales. Si bien se crearon nuevos puestos, en su mayoría son informales y de peor calidad», agregó.

Otro aspecto que preocupa al Cuesta Duarte es el vinculado al gasto público, que si bien ha aumentado en términos generales, «si uno hila fino en el gasto que preocupa a la gente, que es el gasto público social (salud, educación, vivienda), con respecto a 2019 todavía se ubica 2,1% por debajo». Eso es «preocupante», dijo Da Rocha, «porque se traslada a la calidad de las prestaciones».

En cuanto a la baja de impuestos que también anunció el Gobierno, el Instituto Cuesta Duarte cree que fue «selectiva» y que la mayoría de los trabajadores y jubilados no se vieron beneficiados porque no aportan IRPF ni IASS respectivamente. «Los anuncios fueron pobres en ese sentido y no terminaron resolviendo los principales preocupaciones de la sociedad, que están vinculados a la calidad de vida», expresó Da Rocha.

En materia salarial, la evolución del IMS «no supo acompañar ese crecimiento del que se jacta el Ministerio», señaló Da Rocha, y por tanto «no se dio el derrame» del que tanto se habla. «La reactivación económica no fue acompañada por una mejora en materia salarial», añadió el economista.

Finalmente, una de las críticas más fuertes del Cuesta Duarte a la conferencia de Arbeleche fue que «no hubo ninguna referencia, ningún anuncio ni ninguna perspectiva» sobre la pobreza, la marginalidad y otros indicadores sociales. «De poco sirve una política macroeconómica exitosa, si esto no se traduce en una mejora de los indicadores sociales», que están «peor que antes», concluyó Da Rocha.

 

Foto: PIT-CNT