Y el pueblo dijo no

Y el pueblo dijo no

El próximo lunes 30 la democracia uruguaya celebra un acontecimiento que —sin duda— es una «fecha patria» de esta república.

Los uruguayos rechazaron en plebiscito histórico un texto constitucional propuesto por la dictadura como forma de autolegitimarse con la bendición ciudadana.

En el clima opresivo del terrorismo de Estado, la propuesta del régimen contó con una apabullante propaganda oficial favorable a través de todos los medios —televisión, prensa escrita, radios— y el editorial respaldo explícito de varios de ellos.

Los números fríos informan que un 87 % de los habilitados participaron en el plebiscito y más de un 57 % —con la papeleta del no— le contestó claramente a la dictadura y a todo aquel que quisiera enterarse, dando un ejemplo de dignidad ante el mundo.

Historiadores, políticos, investigadores, periodistas han dado a lo largo del tiempo su interpretación sobre el suceso y sobre el acatamiento del régimen al resultado de las urnas, en cuanto fenómeno singular.

El futuro de Chile tras el plebiscito: impacto, desafíos y oportunidades

El futuro de Chile tras el plebiscito: impacto, desafíos y oportunidades

Este viernes en La Trama conversamos en directo con el periodista chileno René Squella, integrante del colectivo Aire Puro de Valparaíso y de Radio Placeres, sobre la situación actual de su país y fundamentalmente sobre cómo sigue el proceso de reforma constitucional luego del plebiscito del mes pasado.

Squella indicó que «hay un boom del constituyente» en Chile y que «todos quieren ser constituyentes». Lamentó que los partidos políticos hayan asegurado su lugar en la convención, pero destacó la paridad de género que tendrá su integración y que se está «avanzando en escaños reservados para los pueblos originarios».

Además, ante «la facilidad que tienen los políticos para competir en la elección de los constituyentes», según explicó Squella, valoró que «los y las independientes van a dar la lucha», y también analizó el desafío que supone para Chile transformarse en el próximo año en «un país súper politizado».