Sindicato químico culminó su caravana con gran éxito y realizó un acto en Montevideo

Sindicato químico culminó su caravana con gran éxito y realizó un acto en Montevideo

El Sindicato de Trabajadores de la Industria Química (STIQ) se movilizó desde el viernes hasta el martes inclusive, con una caravana pueblo a pueblo que recorrió desde Bella Unión hasta Montevideo. El objetivo: denunciar los artículos de la Rendición de Cuentas que propician el cierre de ALUR y la pérdida de miles de puestos de trabajo.

En diálogo con La Trama, el dirigente del STIQ, Sebastián Aspiroz hizo un repaso de las actividades realizadas y un balance de las mismas. La movida empezó, con un encuentro con el Sindicato de Obreros de la Caña de Azúcar y la visita a la planta de ALUR en Bella Unión.

Prosiguió con asambleas en distintas localidades como Belén, Constitución, Salto, Paysandú, Young, Fray Bentos, Mercedes, Dolores, Nueva Palmira, Carmelo, Colonia del Sacramento, Colonia Valdense, Ecilda Paullier, Santa Lucía y Canelones. En cada una de ella se conversó con la gente y se repartió volantes informativos, además de irse incrementando la caravana.

«La gente en la calle nos recibió muy efusivamente», destacó Aspiroz, quien recordó que al llegar a Canelones se tuvo que dividir el grupo porque no entraba en el lugar que estaba previsto. El último día, tras recorrer varios pueblos canarios, la marcha entró a Montevideo por el oeste, concentró en ALUR Capurro y desde allí fueron caminando hasta la Plaza 1° de Mayo.

En la Plaza, se realizó «un acto excepcional», donde también se acompañó la movilización que estaba haciendo la Mesa Sindical Coordinadora de Entes. «Tenemos solamente palabras de agradecimiento. Sentimos que la caravana fue sencillamente impresionante», concluyó Aspiroz.

Trabajadores de la industria química se movilizan con gran caravana en defensa de ALUR

Trabajadores de la industria química se movilizan con gran caravana en defensa de ALUR

Sebastián Aspiroz y Nicolás Lema

por La Trama

El Sindicato de Trabajadores de la Industria Química (STIQ) se encuentra movilizado en contra de los artículos 155, 156 y 157 de la Rendición de Cuentas, que imponen ciertas medidas que ponen en riesgo el futuro de ALUR. Para eso harán una gran caravana que durará varios días: comenzará este viernes 16 en Bella Unión e irá recorriendo el país hacia el sur, parando en ciudades como Paysandú, Nueva Palmira y Canelones, para finalizar el martes 20 en Montevideo.

Ese día, en el que ingresa el proyecto de Rendición de Cuentas al Parlamento, el sindicato hará un acto en la plaza 1° de mayo junto a todas las fuerzas vivas que acompañen la movilización. «Todo el que quiera participar y se una va a ser bien recibido. Hay que juntar voluntades para luchar por un país productivo, independiente energéticamente, medioambientalmente amigable», expresó a La Trama el delegado sindical de ALUR y dirigente del STIQ, Nicolás Lema.

Lema, junto al también dirigente de STIQ, Sebastián Aspiroz, explicaron por qué los artículos referidos de la Rendición de Cuentas, que tienen que ver con quitar la obligatoriedad de mezclar el biodiesel producido, ponen en peligro a ALUR. Los trabajadores sostienen que, de confirmarse eso, «la planta que va a sufrir más va a ser Bella Unión» y que posiblemente «a la corta o a la larga va a terminar muriendo».

Esto preocupa fuertemente porque ALUR tiene un rol social muy importante en esa ciudad, tanto que «implica, directa o indirectamente, a la tercera parte de la población». Y la situación se tornaría más compleja aún, ya que el cierre de una planta puede propiciar la caída de las otras dos, que están en Paysandú y Montevideo, generando un balance de más de 4 mil puestos de trabajo perdidos. 

Desde el STIQ critican que «el Estado está viendo a ALUR como un centro de costo», cuando en realidad «es un centro productivo que genera ganancias». Además desmienten versiones dadas que son falaces o parciales, como el supuesto ahorro que generaría cerrar la planta de Capurro. «La multa a COUSA por incumplir el contrato sería muy superior a lo que se ahorraría por cerrar la planta», graficaron.