La muerte de Marielle Franco, reconocida concejala de Río de Janeiro, está siendo investigada por la policía local bajo el supuesto de que se trató de un asesinato premeditado. La reconstrucción de los sucesos en torno al ataque perpetrado contra el vehículo reveló que la socióloga y activista social recibió cuatro disparos en la cabeza.
Aun en la noche y yendo en un vehículo con vidrios oscuros, se sostiene que los atacantes sabían muy bien que Franco estaba sentada en el asiento trasero del vehículo. Esto refuerza la hipótesis del asesinato premeditado y pone en tela de juicio la promesa del ejército brasileño de hacer funcionar las instituciones policiales en ese estado.
El presidente brasileño, Michel Temer, firmó en febrero de este año un decreto que pone al ejército a cargo de la seguridad de Río de Janeiro, una medida extraordinaria con la que se buscaba restaurar el orden en la segunda ciudad más grande del país.