Hoy vamos a hablar de un tema del que a nadie le gusta siquiera oir. Hace muchos años todos estábamos acostumbrados a que los electrodomésticos o demás aparatos duraran años y que en cuanto tenían una falla, los mandábamos al service. En nuestra época actual esto no sucede y esto no es porque nosotros no querramos que así sea sino porque así está pensado por las empresas. Esto es lo que se llama obsolescencia programada.
Esto se planifica en la etapa de diseño de los diferentes productos y, justamente, el objetivo es que después de pasado un cierto tiempo, el dispositivo sea obsoleto. El caso más extendido es el de los celulares en los que pasan a ser obsoletos luego de 3 o 4 años aproximadamente. El objetivo, aunque parezca contradictorio, es generar fidelidad con una marca o un modelo del producto.
El concepto, a pesar de lo que dijimos antes, no es nuevo. Uno de los primeros casos en los que se aplicó fue con las bombillas incandescentes. A pesar que hay algunos de los primeros prototipos que todavía funcionan (sí, bombillas eléctricas de principios del siglo XX funcionando), los fabricantes establecieron que las bombillas no deberían durar más de 1000 horas funcionando. Esto por un razonamiento bien lógico: si no se rompe, no vendo.
Para conocer más sobre este tema y entender por qué todo está relacionado con todo en el mundo tecnológico, les proponemos escuchar este nuevo episodio de Metadata.
Foto: Overconsumption by Christopher Dombres (Dominio público)
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