El consejero central y secretario de Finanzas de AEBU, Pablo Andrade, explicó ante la prensa las características del acuerdo alcanzado entre el sindicato, las empresas y el Gobierno para sanear el déficit de Caja Bancaria.

En diálogo con el programa Desayunos Informales, Andrade comenzó explicando los condicionamientos previos que afectaron la situación de la Caja y la negociación para su salida. Uno fue la pérdida de aportantes, que hizo «que las reservas generadas no alcanzaran»; otro fue la aprobación de la reforma general de la seguridad social con los parámetros establecidos para las cajas paraestatales; y el tercero la negativa del Gobierno de aumentar la PCP hasta su máximo legal, que «era la solución que la ley tenía para este déficit».

«Debemos reconocer que la negociación se desarrolló en algo muy similar al diálogo social», valoró Andrade, y que «todas las partes ponemos una contribución y llegamos a un equilibrio nuevo, en función de contribuciones equitativas».

Los trabajadores tendrán un aumento creciente en la edad mínima de retiro, así como estímulos de permanencia. Los jubilados, por su parte, aportarán un nuevo impuesto, que de todas formas «no implicaría una pérdida sustancial para ellos», según explicó Andrade.

Del lado de las empresas, se aumentará la Prestación Complementaria Patronal al 2,875 por diez mil, lo que implica un «aumento del 15% de la recaudación por PCP» y con «margen para seguir aumentando», además de una nueva «contribución vinculada a la actividad de los depósitos», que será transitoria por ocho años.

Finalmente, «la Caja Bancaria va a emitir deuda contra una garantía soberana que le va a dar el Estado», y así se completará el aporte de las tres partes involucradas. «El conjunto de medidas cumple las dos visiones: es equitativo y al mismo tiempo asegura que la Caja tiene condiciones de repago», destacó Pablo Andrade.

 

Foto: Ricardo Antúnez / adhoc FOTOS