Récord de personas en situación de calle, rebaja salarial a trabajadores y criminalización de las ollas populares, son algunos de los “logros” del ministro en su cuestionada gestión.

Trabajadores del MIDES y personas en situación de calle se movilizaron este lunes en el último día de Martín Lema frente al Ministerio de Desarrollo Social.

La convocatoria, encabezada por el Sindicato Único de Trabajadores de Instituciones Gremiales y Afines (Sutiaga) y respaldada por la Unión de Trabajadoras y Trabajadores del Ministerio de Desarrollo Social (Utmides), tuvo como objetivo expresar el descontento con la gestión de Lema.

Los carteles que se podían ver rezaban “Chau Lema te recordaremos por la rebaja salarial, los 88 cargos de confianza que no marcan, récord de personas en situación de calle, criminalizar a las ollas populares”.

La manifestación, que contó con la participación activa de personas en situación de calle, se dirigió principalmente contra los cambios propuestos en el programa Calle, destinado a brindar atención y refugio a quienes se encuentran sin hogar. Se ha expresado preocupación por una reestructuración que generaría un serio problema de hacinamiento.

Diego Andrade, dirigente de Sutiaga, criticó duramente estos cambios, argumentando que la sobrepoblación en los refugios dificultará la tarea de atender las diversas problemáticas de salud mental y adicciones que enfrentan las personas en situación de calle. Además, se denunció una reducción en la presencia de profesionales como psicólogos y asistentes sociales, lo que se percibe como un retroceso en la calidad de atención.

Ana Casteluccio, secretaria general de Utmides, destacó la importancia de la participación de las personas afectadas por estas políticas en la manifestación, subrayando que esto refleja que el descontento no se limita solo al ámbito laboral, sino que también afecta directamente a los beneficiarios de los programas del Mides.

Entre las demandas específicas de las personas en situación de calle se encuentran la apertura de más centros de acogida, mejores condiciones de higiene y habitabilidad en los refugios existentes, así como una mejora en la calidad de la alimentación proporcionada en estos lugares. También se hizo hincapié en la necesidad de una política inclusiva para personas trans y con discapacidad.

Los trabajadores y manifestantes criticaron fuertemente la gestión del ministro saliente, calificando las políticas públicas del Mides como «insuficientes y precarias». Se denunció la falta de cupos en los refugios, así como la violencia generada por el hacinamiento y la falta de recursos adecuados.