Desde el martes y hasta las 22:00 de este miércoles, la Mesa Coordinadora de Sindicatos de las Panificadoras detuvo sus actividades, en denuncia a una situación grave e insostenible que se vive en la empresa Friopan.

Miguel Rosales, secretario general de la Mesa, contó que se trata de «un conflicto de nunca acabar», que se remonta a la creación misma del sindicato de Friopan en el año 2007. Desde ese entonces, narró Rosales, los trabajadores han soportado «el continuo maltrato e improperios de parte de la patronal».

«»Muertos de hambre, vayan a pedir plata al Mides«, eso es lo que tenemos que soportar», ejemplificó el dirigente sobre los comentarios que reciben de los dueños de la empresa, la familia Fernández, antiguos propietarios de Fripur.

Rosales detalló también el hecho que desencadenó la creación del sindicato hace diecisiete años. «Había un compañero que tenía capacidades diferentes y no lo dejaban ir al baño. La gente dijo ‘no va más’ y creó el sindicato», recordó, cansados del «hostigamiento constante y  el desprecio absoluto» por los trabajadores.

A esta serie del maltratos, se sumó recientemente «un atropello de parte de los dueños, más concretamente de la dueña y de su hija, metiéndose en la organización del sindicato, difundiendo falsas acusaciones hacia los delegados y creando un clima muy hostil entre afiliados y no afiliados».

«Lo que queremos es trabajar tranquilos, pero no se puede en Friopan. Es impresionante la continua violación del convenio y el continuo despreció hacia la organización», resumió Rosales.

El próximo lunes a las 9:30 el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social convocó a un ámbito de negociación, con la presencia de Santiago Torres, subdirector de Trabajo. «Esperamos que se nos respete como personas, más allá de lo sindical, y como trabajadores. Y que apostemos al diálogo, sin atropellos», anheló el secretario general de la Mesa.

Hasta esa fecha, entonces, la coordinación que reúne a las panificadoras industriales, los puntos de venta y el SUOPA -panaderos artesanales- dejará en stand by las medidas de lucha, procurando una negociación de buena fe.