La Federación de trabajadoras y trabajadores de ANCAP (FANCAP) se encuentra movilizada y en conflicto en defensa de la industria cementera. Natalia Belo, presidenta de FANCAP, conversó con Camacuá esta tarde.

El sindicato viene desarrollando medidas con paro sopresivos en las diferentes plantas de la empresa estatal, con entrega de volantes y movilización, así como ocupaciones de diferentes unidades, se empezó «con los remolcadores en el puerto de Punta del Este» pasando por las ocupaciones de «las plantas de portland y La Tablada».  En el día de hoy, en la refinería de La Teja se desarrolló algo diferente . «Por la complejidad de la planta, lo que se desarrolló no fue un paro sin control gremial sino que la planta continuó operando normalmente y bajo el control de la administración», contó Belo y agregó que «se desarrolló un paro, en el que nos agrupamos con los compañeros en el lugar».

Belo detalló que estas medidas están enmarcadas en «un plan de lucha», y que «con la prórroga que ha hecho la administración» el sindicato «no ha hecho otra cosa que confirmar que se debe prolongar en el tiempo la defensa de la industria cementera». La dirigente afirmó que se busca «poder llegar a la opinión pública y poder hacer llegar el punto de vista».

Para las y los trabajadores de FANCAP el futuro de la industria cementera «es un tema que tiene que pasar por el Parlamento» y además «significa la entrega de un recurso natural», una «piedra caliza de excelente calidad», se le está «quitando al Estado en favor de los privados». Pero además, el pliego no cumple con el cometido del directorio de ANCAP en cuanto a que «se va a mejorar la gestión» y pone en riesgo «550 puestos de trabajo», hoy representados por el SUNCA y FANCAP.