El SUNCA reclama la creación de una fiscalía especializada en siniestros laborales tras la muerte de un trabajador del sector en Soriano.
El Sindicato Único Nacional de la Construcción y Afines (SUNCA) realizó un paro parcial este miércoles a raíz del fallecimiento de un trabajador y reclama la creación de una fiscalía especializada en siniestros laborales.
En Radio Camacuá conversamos con Daniel Diverio, secretario general del SUNCA. “Estamos en un momento muy doloroso para el conjunto del gremio”, dijo el dirigente. Se trata de “un trabajador de 52 años que sale a trabajar, a buscar su jornal, y la noticia que recibe la familia de que el compañero muere en un siniestro laboral”.
Analizando las causas, si bien aun falta el informe final del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), “a simple vista se nota que era una obra improvisada, con muchas irregularidades, incluso no tenía ni cerramientos, no se si tendría permiso de construcción, porque esto se está investigando; pero lo que sí podemos decir firmemente es la falta de planificación del trabajo y de prevención de accidentes”.
Diverio reclamó que si bien la industria de la construcción “hay una fuerte inversión en nuevas tecnologías, en nuevas formas de construcción, en nuevas herramientas y materiales que aceleran los procesos de construcción”. Sin embargo, “en salud laboral y la seguridad aún hay muchas empresas que hacen caso omiso a las advertencias y trae este tipo de consecuencias”.
La Ley de Responsabilidad Empresarial fue aprobada hace diez años con un impacto muy significativo en la siniestralidad en el sector y descenso de fallecimientos. “Hay que recordar” , dijo Diverio, “que cuando el sindicato promovía un proyecto de ley para penalizar a empresas que ponían en riesgo al conjunto de las y los trabajadores todo lo que dijo la derecha, en su momento oposición, blancos, colorados y partido independiente se oponían a ese proyecto junto con las cámaras empresariales”.
Se argumentó “que era inconstitucional y que no iba a resolver el tema”, también se dijo que “muchos empresarios iban a abandonar sus actividades para no correr riesgos y que iba a haber mucha desocupación”. Luego de años de vigencia el balance que se hace desde el SUNCA dista de estos discursos.
Primero, que no es inconstitucional “y la propia Suprema Corte de Justicia así lo declaró”. En segundo lugar,”sí, es cierto que algunos malos empresarios tuvieron que pasar por la Justicia por incumplir con las normativas”. Y en tercer lugar, “no se cayó en una gran desocupación a partir de esa ley”.
“Lo que sí podemos confirmar es que a partir de la ley se logró negociar modificaciones en las normativas de seguridad e higiene en la industria de la construcción y en otras industrias que mejoraron las condiciones y se generaron nuevas herramientas. La ley no es mágica, nos permitió eso”. Como ejemplo, fruto de estas negociaciones, las empresas deben tener para las obras técnicos prevencionistas “para prevenir los siniestros laborales a partir de las formas de trabajo”.
También se implementaron “charlas de inducción” donde se le explica “a un trabajador que ingresa a un centro de trabajo qué tipo de obra es, qué riesgos hay, qué precauciones se deben tomar”, entre otras medidas.
Antes de la ley “había unos 7.500 accidentes laborales al año y a nivel nacional en toda la industria eran más de 50.000”. En 2023, “creo que no se superaron los 2.000 siniestros laborales”, explicó.
“Igual es muchísimo, porque sigue habiendo siniestros y siniestros mortales”, reclamó Diverio. Por esto el sindicato reclama la creación de una fiscalía especializada en este tipo de accidentes que cuente con las herramientas para tratar con especificidad estos casos.
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