A 50 años del asesinato de la profesora Nibia Sabalsagaray Curutchet, este miércoles 24 de julio habrá un acto en su memoria y también en reconocimiento a personas que jugaron un rol clave para que el caso no quedara impune. Será a las 18.00 en el Aula Magna de la Facultad de Información y Comunicación (FIC-Udelar).

En Camacuá Diario, conversamos con Antonia Yañez, que integra el grupo de Familiares y amigos de Nibia Sabalsagaray, que convoca a este encuentro y que se viene reuniendo en AEBU los jueves.

A Nibia Sabalsagaray la mataron el 29 de junio de 1974, tenía 24 años y era profesora de literatura. Fue secuestrada en su casa en la madrugada y llevada al Batallón N°5 de Ingenieros, conocido como el “Infierno de Peñarol”, donde murió por asfixia en la tortura a la que fue sometida. Al mediodía siguiente, se le comunicó a la familia que se había suicidado y que debía retirar su cuerpo del Hospital Militar, con la orden de no abrir el cajón.

“En las pocas horas hubo información, sabemos porque había detenidos en ese momento allí, entonces siempre algo se sabe con el tiempo, los familiares que no tuvieron visitas ese día porque justamente había pasado algo en el lugar”, recordó Yañez. “Fue algo muy extraño, no se concebía un suicidio, no solamente por cómo era Nibia, sino que no es muy fácil una vez que estás detenido en una situación así un suicidio”.

“Este acto tiene que ver con reconocer y recordar a Nibia, la presencia, su familia, pero también hacer un reconocimiento a quienes lograron hacer justicia”, explicó Yañez. Estas personas, que estarán en el encuentro son Marcos Carámbula, que en ese momento era un joven estudiante de Medicina y que constató que las heridas no correspondían a un suicidio. 

“Todo esto se convirtió en la búsqueda paso a paso de recuperar su identidad, de que su compañero, su familia, pudieran recuperar también su modalidad, su personalidad, quién era”, dijo.

Yañez contó que “en 2005 la familia decidió presentar una denuncia para aclarar en la medida de lo posible la situación del asesinato de Nibia” y “Juan Errandonea fue el abogado de la familia y libró una batalla muy larga, específica, con muchísimos contratiempos, la justicia y la memoria de este país fueron muy lentas y por lo tanto se fue dando por capas”, tanto en la defensa como en la “fiscalía especializada en delitos de lesa humanidad”.

“Pese a todo esto resultó en un procesamiento de quien estaba al frente de la unidad José Chialanza” y el general Miguel Dalmao, “que en ese momento estaba al frente de los servicios secretos, los SS que tenía cada unidad militar”.

Estará también el Dr. Hugo Rodríguez, “que es forense y que trabajó apuntalando esta investigación”. Sobre todo “aspectos específicos como una autopsia psicológica, una investigación, mostrando cuales eran las características de Nibia como para que pudiera asumir una situación de suicidio”, donde se convocó a amigos y familiares.