Conversamos con Lizet de León, presidenta de la Carpe Diem, una “cooperativa de cohabitación y cuidados”; una iniciativa para transitar la vejez de forma colectiva, que ha avanzado en la compra de un terreno para construir y está buscando nuevas socias y socios.
La presidenta de la cooperativa explicó el origen de esta iniciativa: “hace muchos años, desde la década del sesenta en Europa, en países como Dinamarca, después Estados Unidos, y en los últimos veinte años se ha desarrollado bastante en España, son como nuestros primos europeos, con quienes hemos intercambiado bastante información, hemos visitado y también han venido a conocer Uruguay y a alentarnos; no es nuevo en el mundo, pero es nuevo para nosotros”.
“Por distintos lados, distintos grupos, y sigue pasando permanentemente que los amigos pensamos que podríamos organizarnos y hacer algo”, cuenta Lizet con respecto al puntapié inicial, pero reconoce que avanzar y comenzar a concretar acciones para este objetivo “es la parte difícil del proceso”.
De León contó que luego de ese inicio comenzaron a juntarse “para ver cuáles eran los siguientes pasos, planificar y llamar a nuevos amigos”, un proceso que les llevó poco más de un año de reuniones; hasta que surgió la posibilidad de un llamado de INCUBACOOP, donde se presentó el proyecto y se solicitó asistencia técnica para avanzar: “fue un salto cualitativo muy importante”.
El proyecto también se encontró con impedimentos derivados de la innovación. Es la primera vez que se piensa un espacio colectivo para transitar la vejez en Uruguay y “la legislación, el sistema financiero, no prevé que las personas vivamos más y bien, entonces todos los créditos hay que terminar de pagarlos a los 70 años, por ejemplo”.
“Tampoco hay planes de financiación para proyectos de este tipo”, no hay “planes, líneas de crédito ni programas” para este tipo de emprendimientos. En términos prácticos, no hay un “préstamos puente” que permita a Carpe Diem construir en el terreno que compró, para que posteriormente, los socios que lo requieran puedan vender sus actuales viviendas para completar la inversión.
Otros obstáculo, cuenta de León, “tiene que ver con la idiosincrasia nuestra de animarse a dar el paso, a todo el mundo le encanta la idea, pero no son tantos los valientes que se animan a vivir esta idea que a todos nos gusta”. La idea es “salir un poco de ese temor personal ese de pensar que es una experiencia rara, con quienes vamos a vivir, animarse a esa aventura de que los próximos años lo pasemos en buena compañía y con buena calidad de vida, tener un envejecimiento activo, bien acompañado y en buenas condiciones, no tiene que ser una etapa bajoneante la vejez, y es lo que queremos hacer”, dijo.
La organización continúa y avanza para buscar salidas colectivas y está buscando nuevas socias y socios. Toda la información está disponible en el sitio cohabitarcarpediem.uy/coop
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