Club deportivo de AEBU celebró la Semana del Corazón con varias actividades

Club deportivo de AEBU celebró la Semana del Corazón con varias actividades

Silvana Renom, Iosana Ibarra y María Turcatti

por Camacuá Diario

Del 23 al 29 de setiembre se celebró en nuestro país la Semana del Corazón, una iniciativa que desde hace más de treinta años lleva adelante la Comisión Honoraria para la Salud Cardiovascular, y a la que el sector deportivo de AEBU no permaneció ajeno.

Durante toda la semana el club intervino las paredes y los pasillos del sindicato con información al respecto. «La idea era armar diferentes juegos y hacer un poquito de intervención en todo el sindicato con mitos, con leyendas, con diferentes ideas para ver cómo estamos a nivel de conocimiento», explicó la profesora Silvana Renom, coordinadora del sector deportivo.

Renom destacó que esta idea «generó mucha inquietud y muchas ganas de participar», no solo en personal del club sino en todos los funcionarios de AEBU e incluso en los dirigentes.

«Estuvimos trabajando en algunos mitos de los saberes populares y cotidianos que la gente maneja, pero a veces no son tanto como pensamos», ahondó Iosana Ibarra, licenciada en Educación Física y en Fisioterapia, una de las responsables de la propuesta.

Algunos temas que aparecieron con esta consigna fueron la edad, la diferencia entre géneros, la hipertensión y la reversión de patologías, entre otros. «Sucede muchas veces que a la gente le atemoriza investigar sobre estos temas, entonces estaba bueno ocuparse de esto, sin irse mucho a la académico, pero sí horizontalizando información», manifestó María Turcatti, otra de las profesoras encargadas, también licenciada en Educación Física y Fisioterapia.

El cierre de esta serie de actividades se hizo el lunes 30, con una charla titulada Derribando mitos, donde las profesoras Ibarra y Turcatti desarrollaron y profundizaron los temas ya propuestos en la intervención de la semana pasada.

Sordos en Movimiento: natación inclusiva en lengua de señas

Sordos en Movimiento: natación inclusiva en lengua de señas

Gabriela Schiaffarino y Sara Erniaga

por Camacuá Diario

Todos los martes y jueves, de 13:00 a 14:00, tienen lugar las clases de natación del colectivo SoMo Deporte en la piscina del sector deportivo de AEBU. Estas tienen la particularidad que son exclusivas para personas sordas, por lo que se brindan en lengua de señas.

Su fundadora, Gabriela Schiaffarino, contó en entrevista a Camacuá Diario que el grupo existe desde el 2011 y que, pese a que empezó con pocos alumnos, año a año se han ido sumando cada vez más y hoy tienen diversos niveles, desde niños hasta adultos mayores, e incluso un plantel que participa en competencias.

«Como dice la sigla -Sordos en Movimiento- es un grupo donde trabajamos el deporte para personas sordas, fundamentalmente natación, pero también realizamos otras disciplinas accesibles y actividades sociales», narró Schiaffarino.

El objetivo es que «no exista una traba en la comunicación» a la hora de la práctica deportiva para los sordos, por eso se hace hincapié en que todas las actividades se den su lengua natural.

«Durante todos estos años hemos buscado apoyos en distintas instituciones», explicó Schiaffarino, quien puntualizó que la necesidad primordial es un espacio de piscina. SoMO Deporte ha pasado por varios clubes y en este momento se encuentra utilizando la piscina del club Malvín y la de AEBU.

Otra de las profesoras que brinda clases en SoMo Deporte es Sara Erniaga, que contó que «existe la posibilidad de participar de los Juegos Panamericanos Sordos, que serán en el mes de diciembre en Brasil».

Para viajar a dicho evento el grupo se encuentra juntando fondos, por lo que realizarán una actividad este domingo 29 de setiembre en el club Malvín, de 9:00 a 13:00. Será una competencia por equipos, que también servirá como festejo del 13° aniversario de SoMo Deporte.

Mix olímpico: remo, vela y natación

Mix olímpico: remo, vela y natación

De los once deportistas celestes que participan en Tokio 2020, la velerista Dolores “Lola” Moreira (22) fue la primera en clasificarse a los Juegos Olímpicos, tras quedar en el puesto nº 44 (entre 110 competidoras) en el Mundial Laser Radial, llevado a cabo en Sakaiminato (Japón) en julio del año 2019.

La subsede olímpica destinada a los deportes náuticos es Enoshima, ubicada a casi 60 kilómetros de la capital nipona, lugar que ya conoce Lola tras haber conseguido allí el oro en setiembre del año 2018, durante el evento “la semana Olímpica”, que constó de tres regatas.

La vela viene siendo una disciplina deportiva en la que Uruguay se destaca por una permanente presencia olímpica. Ha estado en las últimas 10 ediciones olímpicas de forma ininterrumpida, teniendo tres abanderados: Ricardo Fabini en Barcelona 1992, Alejandro Foglia en Beijing 2008 y Lola Moreira en Río 2016. Justamente Jano Foglia, junto a Milton Wynants y Andrés Silva, comparten la marca de haber participado en cuatro citas olímpicas.

En el caso de Lola, con apenas 22 años, ya va por su segundo Juego Olímpico, y comparte con Mariana Foglia (Rio 2016) y Dominique Knüppel -debutante en Tokio 2020- el destaque de ser las tres mujeres que han participado por la vela uruguaya en este megaevento.

En la experiencia de Rio 2016, Lola se posicionó en el puesto 25º, sobre 37 participantes. Su objetivo para Tokio 2020 es estar dentro de los primeros quince lugares, siendo un verdadero batacazo poder ingresar en la medal race, o sea en la regata final -la nº 11-, donde solamente clasifican los diez mejores.

Todavía está fresquito el recuerdo de Jano Foglia colocándose en el segundo puesto de la medal race en Londres 2012, obteniendo la segunda mejor actuación de la vela olímpica con un 8º lugar (diploma olímpico incluido).

Tomando en cuenta que el promedio de edad de quienes han venido ganando medallas olímpicas en la categoría Laser Radial ronda entre los 26 a 28 años, justamente donde el pico de rendimiento deportivo es óptimo, todavía Lola tiene margen de mejoras. Aunque las regatas hay que desarrollarlas, y la declaración más repetida de Lola es: “en las regatas gana el que se equivoca menos”, pueden presentarse imponderables.

Uruguayos por el mundo

Los nadadores uruguayos Nicole Frank (17) y Enzo Martínez (26), formados en el Club Olimpia (Montevideo) y Campus de Maldonado respectivamente, estarán participando en sus primeros juegos olímpicos, al hacer uso de los cupos de universalidad, y ser los mejores ranqueados en Uruguay. Ambos vienen entrenándose en Estados Unidos.

En la natación olímpica, Uruguay tiene sus mejores desempeños en los dos octavos puestos que consiguió Ana María Norbis en México 1968, tanto en 100 como 200 metros espalda; el noveno puesto de Florbel Pérez en Helsinki 1948 en 1500 metros libres; y las destacadas actuaciones de Carlos Scanavino en dos competencias en Los Ángeles 1984, conquistando los puestos 10º (1500 metros libres), 13º (200 metros libres) y el 12º en Seúl 1988 (200 metros libres). También está muy presente la actuación del 4 x 100 metros libres que protagonizaron en México 1968 Mónica Figueroa, Ruth Apt, Lylián Castillo y Felicia Ospitaletche, consiguiendo el 14º lugar.

En cuánto a las disciplinas que se presentarán los uruguayos en Tokio, Nicole tiene como antecedente las actuación de Ruth Apt y Felicia Ospitaletche en Mexico 1968, que en los 200 metros combinados se ubicaron en los puestos 32 y 33 respectivamente, con tiempos de 2 minutos 45 segundos 9 décimas y 2 minutos 47 segundos y 8 décimas respectivamente. Cuatro años después, en Munich 1972, Felicia volvió a competir en la misma prueba, colocando un tiempo de 2:37.69, obteniendo el lugar 39.

Por su parte, Enzo Martínez competirá en 50 metros libres, habiendo tres antecedentes. En Beijing 2008 Francisco Picasso puso de tiempo 23.01. Por su parte, en Atenas 2004 Nicolás Mafio se colocó en la misma posición con un tiempo de 23.58. Cuatro años antes, el primer nadador uruguayo en competir en esta prueba fue Paul Kutcher en Sydney 2000, cronometrando 23.90.

Para poner en contexto, los mejores registros de los nadadores celestes debutantes en estos juegos son: 2:18.24 en el caso de Nicole, y 22.44 en el caso de Enzo. Poder bajar estas marcas en Tokio 2020 ya sería una excelente actuación para ellos.

Las pruebas son bien distintas. En el caso de los 50 libres, la potencia y velocidad son fundamentales, tanto la partida como el remate final. En el caso de los 200 mtetros combinados, justamente los cambios de ritmo (propios de cada uno de los estilos), así como las transiciones son fundamentales, adquiriendo cierta estrategia de carrera tomando en cuenta que no alcanza solo con la fuerza y potencia, sino que la resistencia al esfuerzo máximo es relevante para sostener el rendimiento durante toda la competencia.

Uno de los puntos en común de los dos es que vienen entrenándose desde ya un tiempo en EEUU, en el caso de Nicole desde fines de 2019 y en el de Enzo desde el año 2013.

Dejar todo en el Tatami

Mikael Aprahamian (33) será el representante uruguayo en judo, en la categoría de menos de 81 kilos. El judoka radicado hace tres años en España va a la tierra donde se inventó su deporte con los objetivos más altos, dispuesto a dar todo por sus sueños.

Hasta esta edición, Uruguay había tenido cinco representantes olímpicos en judo. Leonardo Stéffano (categoría de menos de 65 kilos) fue el primero, en Barcelona 1992 y Atlanta 1996, Juegos en los que también participó Willian Bouza (menos de 95 kilos). Los dos finalizaron en la 21º ubicación.

Sydney 2000 tendría a la mejor participación histórica del judo uruguayo en los JJOO, con el quinto puesto del nacido en Francia Álvaro Paseyro (en menos de 81 kilos, misma categoría en la que compite Mikael Aprahamian). La campaña de Paseyro comenzó con victorias ante el uzbeco Farkhod Turayev en segunda ronda y el mongol Tsend-Ayuushiin Ochirbat en cuartos de final, para ser derrotado por el japonés Makoto Takimoto en las semifinales. En el repechaje vencería al norcoreano Kwak Ok-Chol y en la pelea por la medalla de bronce sería derrotado por el portugués Nuno Delgado.

Luego de dos ediciones de ausencia, Uruguay volvió a estar representado en Londres 2012 por Juan Romero (17º en menos de 90 kilos) y en Río 2016 por Pablo Aprahamian, el hermano mayor de Mikael (17º en menos de 100 kilos). En Tokio 2020 le toca al menor de los Aprahamian ser el representante uruguayo en la tercera presencia consecutiva de este deporte a nivel olímpico.

Mikael se vinculó desde muy chico al judo, un deporte que para él es una forma de vida que le ha dado mucha constancia y disciplina. Siguiendo el ejemplo de su hermano mayor Pablo, empezó desde los cinco años en el Club Náutico practicando varios deportes. Gimnasia y natación acompañaban al judo, en algún momento también jugó al fútbol y al básquetbol, pero se terminó inclinando por el deporte en el que mejor le iba. Radicado en Valencia (España) desde hace tres años buscando mejores condiciones para entrenar y crecer como persona y como atleta, se siente hoy en su mejor momento físico y mental. El niño que se acercó al judo como uno de tantos deportes es hoy un judoka olímpico de 81 kilos que siente que le puede ganar a cualquier contrincante, esa es su mentalidad y forma de motivarse.

 

Informe de Zona Mixta para Radio Camacuá.

Clavo mi remo en el agua

Clavo mi remo en el agua

Especial de ZonaMixta para Radio Camacuá.

Uruguay estará representado en remo por el doble par ligero que conforman Bruno Cetraro (23) y Felipe Klüver (21) dirigidos por Osvaldo Borchi, un entrenador argentino de élite que eligió hace seis años llevar adelante el proyecto de Uruguay y diseñó la dupla luego de evaluar las mejores combinaciones de remeros.

Uruguay tiene diez medallas olímpicas en su historia y cuatro las obtuvo en remo (Eduardo Risso, plata en Londres 1948, y Guillermo Douglas, bronce en Los Ángeles 1932 en single Scull, Juan Antonio Rodríguez y Williams Jones en Londres 1948 y Juan Antonio Rodríguez con Miguel Seijas en Helsinki 1952, ambas de bronce en doble Scull). Hasta ahora, nuestro país estuvo representado en 16 ediciones de los JJOO por 34 deportistas (todos en la rama masculina). Rodolfo Collazo es, con tres participaciones (Atenas 2004, Beijing 2008 y Londres 2012), el remero uruguayo más olímpico.

Este deporte tuvo al deportista uruguayo más joven en la historia de los Juegos, con la participación de Daniel Jorge con 13 años en Munich 1972, y ha aportado cuatro abanderados a nuestras delegaciones (Guillermo Douglas en Los Ángeles 1932, Luis Aguiar en Roma 1960, Jesús Posse en Seúl 1988 y Rodolfo Collazo en Londres 2012).

Justamente Collazo, quien con su participación en Beijing 2008 enganchó a un niño que miraba por televisión la competencia y le terminó dando su primera clase en el Montevideo Rowing, contó a Zona Mixta sobre la actualidad del doble que junto con Felipe Klüver integra Bruno Cetraro, ese niño hiperactivo con el que con los años terminaría compitiendo en un mundial, un panamericano y desarrollando una relación de amistad por el deporte: “El doble par peso ligero de Bruno y Felipe es un doble muy bueno que ha superado las expectativas de todos, ha tenido unos rendimientos excelentes, mejores y más destacados de lo que han hecho otros dobles peso ligero en nuestro país y han tenido la performance de clasificarse primeros dentro de la clasificación latinoamericana, lo cual los cataloga y los posiciona en un lugar bastante especial para estos Juegos”.

Desde que su padre lo llevó al Rowing, donde en su primera clase se encontró con que el profesor era… Rodolfo Collazo, Bruno no paró de ganar hasta el oro panamericano. Y al igual que Collazo en Londres 2012, será uno de los abanderados de la delegación uruguaya. Por su parte, el camino de Felipe comenzó en Mercedes, donde acompañó a un amigo a la escuelita de remo del club Remeros y terminó descubriendo su pasión por un deporte que comenzó como un juego y empezó a tornarse cada vez más competitivo.

Simbiosis perfecta

El doble par ligero exige un completo equilibrio entre dos personas que además de promediar 70 kilos, tienen que complementarse en sus características y ser solidarios en el esfuerzo. Felipe es el que lleva la estrategia para marcar y leer la regata, mientras que Bruno representa la fuerza bruta que acompaña en el tiro. Cetraro contó a Zona Mixta Radio (Uniradio) que pasaron de ser rivales en sus clubes a compañeros en la selección uruguaya y hermanos de la vida en un año y medio. El desgaste físico es tan grande que no se pueden hablar durante la remada, pero no lo necesitan porque se conocen de memoria.

En nota con el suplemento Referí de El Observador en mayo de 2021, Borchi detallaba sobre el rol de cada uno: “Felipe tiene la técnica, la habilidad y la destreza para llevar el bote, es el patrón del bote desde la popa. Bruno es una bomba, es explosión. Es un pistón que no deja nunca de estar al 100%. Acá uno más uno no es dos, se complementa la potencia de Bruno y la destreza de Felipe”.

Osvaldo Borchi estará en sus décimos JJOO como entrenador, ya estuvo al frente de las selecciones de Argentina y España, es el refundador de la selección uruguaya en su paso anterior en 2003 y 2004 y ahora hace seis años que está llevando adelante este proceso de trabajo. Los tres se encontraron en febrero de 2020, cuando Osvaldo concluyó luego de una serie de exhaustivas evaluaciones que la de Cetraro y Klüver era la dupla que mejor funcionaba. Desde el comienzo de la pandemia y para poder tener las mejores condiciones para entrenar, Felipe se mudó a la casa de Borchi, quien lo adoptó como un hijo más. La dupla entrenó sin pausas en el Lago Calcagno, en Shangrilá y en marzo de este año logró una histórica clasificación en el Preolímpico de Río de Janeiro, ganándole a Chile y a Brasil en la recta final.

¿Qué podemos esperar?

Al respecto de las expectativas, cómo llegan nuestros remeros y cuáles serían los objetivos esperables, Rodolfo Collazo expresó a Zona Mixta que la mejor clasificación de países que entraron desde la clasificación latinoamericana la tuvo Cuba, que quedó en Final B en Beijing 2008. Y más o menos en ese entorno ubica a la dupla uruguaya.

“Creo que este doble tiene con qué para estar dentro de esa clasificación y dentro de esa justa, me parece que es un bote que ha hecho una buena preparación, ha competido y ha tenido intervenciones internacionales que lo han catapultado a estar arriba, marcas en remorgómetros que baten records, y tienen la capacidad para poder lograrlo. Después obviamente son regatas y hay que competir, hay que llevarlas delante, pero yo creo que es un doble que puede meterse en la Final A o luchar los primeros puestos de la Final B. Quiere decir que podemos aspirar a ver un bote peso ligero dentro de los primeros diez puestos del mundo, que ya estaríamos hablando de diploma olímpico”.

Las regatas son de seis botes en tres series. Los dos primeros pasan a semifinales y el resto va a repechaje. Los tres primeros del repechaje van a semis, el resto va a la Final C para definir los puestos del 13 al 18. Los tres primeros de las semifinales van a la Final A por las medallas y el resto van a Final B para definir los lugares del 7 al 12. En Río 2016, los ocho primeros botes entraron con una diferencia mínima de apenas un segundo. Para Tokio, las potencias como Alemania, Italia e Irlanda son los favoritos.

Luego de obtener la clasificación a Tokio, la dupla uruguaya se fue a México el 10 de mayo para hacer un mes de entrenamiento en la altura del DF y de ahí a España para terminar la preparación. Para ver dónde están parados en cuanto a nivel, toman como medida al bote chileno, al que superaron al final en el preolímpico después de ir toda la regata juntos y hace poco derrotaron por varios botes de ventaja en el campeonato de España (donde también derrotaron al bote español). Luego de un recorrido de medallas sudamericanas, Juegos Odesur, competencias nacionales y mundiales, van a Japón con el objetivo cierto de ser finalistas B y con el sueño de llegar a la Final A, lo que sería una hazaña. Por su juventud y proyección, tanto ellos como su entrenador apuntan a llegar a París 2024 en condiciones todavía mejores.

Agenda de Competencia

Día: Viernes 23 de julio / Hora: 23.20 (hora de Uruguay)

Reafirma Collazo sobre la manera en la que llegan y a sus opciones: “Teniendo en cuenta que su entrenamiento en todo el ámbito de la cuarentena y en todo el ámbito de pandemia lo han podido llevar adelante inteligentemente y estratégicamente (ellos casi nunca pararon de entrenar y siempre han tenido una capacidad de respuesta muy positiva), me parece que las opciones para ellos son bastante positivas a estar en la lucha por el diploma olímpico”.

Así como la canción de Jorge Drexler que ganó el único premio Óscar para Uruguay habla de remar buscando la luz al otro lado del río, nuestros remeros pondrán sobre las aguas japonesas el fruto de un año de entrenamiento a puro sacrificio, buscando el diploma olímpico sabiendo que el camino sigue.