«La confidencialidad no se vende«. La frase pertenece a Pavel Dúrov, uno de los fundadores y dueños de Telegram, y responde a un pedido del gobierno ruso de que le comparta las claves para descifrar el contenido de todos sus chats.

Telegram fue creada en Rusia y, debido a esa negación a revelar el contenido de las conversaciones, el Servicio Federal de Supervisión de las Telecomunicaciones, Tecnologías de la Información y Medios de Comunicación lo bloqueó en todo el país.

En La Trama conversamos sobre el tema con Mariana Fossati, de Wikimedia y Creative Commons, y presentamos algunos detalles particulares de esta aplicación.