A 20 años de una histórica asamblea

A 20 años de una histórica asamblea

El 13 de agosto de 2002  AEBU convocó a una asamblea de ahorristas en el salón Azul de Intendencia de Montevideo y se puso al frente de una situación que había escapado del control del gobierno. Logró que los ahorristas, con parte de sus depósitos, aceptaran capitalizar a cuatro bancos privados nacionales en riesgo de quiebra y reprogramar el resto a un año y medio. El liderazgo de AEBU en esta situación límite y la adhesión de los ahorristas inclinó al gobierno a aceptar la propuesta del sindicato. Se evitó así la liquidación de los bancos, y con ella la mayor destrucción de la riqueza que el país hubiera sufrido en casi dos siglos de vida. 

Al encuentro concurrieron más de 2.000 ahorristas de los cuatro bancos suspendidos –Montevideo, Caja Obrera, Comercial y de Crédito– AEBU fundamentó su decisión de limitar la devolución de depósitos a la vista en que la decisión oficial constituye una clara señal de que el gobierno ya tenía decidido, aunque en forma encubierta, cerrar las cuatro instituciones. 

Al fin del encuentro, gran parte de los clientes de los bancos suspendidos firmaron dos documentos –redactados por AEBU– en los cuales expresan su rechazo a la liquidación de los bancos y su disposición a reprogramar voluntariamente sus depósitos, si las instituciones siguen abiertas. AEBU y los clientes de los bancos suspendidos coincidieron en que el gobierno ya tiene decidido liquidar los bancos y por eso lanzaron un llamado al gobierno y a todos los partidos políticos para que “asuman su responsabilidad” y encuentren una solución que evite el cierre de las instituciones. 

Los oradores por parte de AEBU fueron, el presidente a la fecha, Eduardo Fernández y el titular del sector banca privada Juan José Ramos, los que hicieron hincapié en que la liquidación de los bancos suspendidos es igual a “la liquidación del país” porque de ellos depende el funcionamiento de unas 33 mil empresas, incluidas mutualistas y comedores públicos. Además afirmaron que una eventual liquidación de los bancos no hará más que perjudicar a los ahorristas, además de ocasionar la pérdida de 2.500 puestos de trabajo para los bancarios.

 

27 de junio de 1973

27 de junio de 1973

El 27 de junio de 1973, hace 48 años, el presidente Juan María Bordaberry con el apoyo de las Fuerzas Armadas decretó la disolución del Parlamento y la instalación de un Consejo de Estado.

La Convención Nacional de Trabajadores, la CNT, activó una medida que -debido al contexto regional- había decidido varios años antes:
ir a la huelga general con la ocupación de los lugares de trabajo.

Muchos protagonistas de esa huelga general, que paralizó al país durante 15 días, fueron desaparecidos por las fuerzas represivas del Estado uruguayo, como Leon Duarte, Manuel Liberoff y Hugo MéndezComo los militantes de AEBU Jose Michelena, Ary Cabrera, Alfredo Bosco y Julio Escudero. Y otros murieron torturados, como Nibia Sabalzagaray, o luego de muchos años presos y en el exilio como Gerardo Cuesta, Hector Rodríguez y Félix Díaz. La respuesta de trabajadores y trabajadoras se había resuelto en función del avance represivo en la región, que limitaba las libertades individuales, en defensa de la democracia, pero también con la convicción de que este nuevo escenario significaba peores condiciones para la clase trabajadora.

La noticia de que se había dado un golpe de Estado con la disolución de las cámaras llegó a AEBU, donde se dispuso la implementación de la huelga general y la ocupación de los todos los bancos públicos y privados de la plaza local.

 

Primero les dejamos un documental sonoro, en el que se recorre -con audios de archivos y testimonios- lo acontecido en aquel 27 de junio de 1973 y en donde el quiebre de las instituciones marcó un antes y un después en el transcurrir democrático de nuestra república.

 

 

 

 

Ahora, en esta nota, hacemos un recorrido por los hechos ocurridos hace 48 años y les dejamos testimonios de Luis Iguiní –funcionario público y dirigente de COFE que integró el comando general de la huelga general- de Hugo Cores –profesor, periodista y dirigente sindical- y finalmente de Milton «Purrete» Antognazza –sindicalista de AEBU-. Quienes nos dejan sus testimonios sobre lo ocurrido en ese 27 de junio de 1973.

 

Testimonios: Iguiní, Cores, Antognazza

 

 

Como apéndice, algunos documentos que durante la dictadura se le hicieron llegar -desde la Dirección Nacional de «Inteligencia»- a AEBU.

27 de noviembre de 1983

27 de noviembre de 1983

27 de noviembre de 1983

por Fechas que no podés olvidar

Bajo la consigna «Todos juntos por libertad, trabajo y democracia», 400.000 uruguayos se concentraron el 27 de noviembre de 1983 frente al Obelisco, en la más grande demostración pública vivida en Uruguay.
 
El acto allí desarrollado y el Río de Libertad que lo acompañó demostraron el hartazgo de nuestro pueblo con la dictadura cívico militar y precipitaron su final, que pronto llegaría con la asunción de un gobierno democrático en marzo de 1985.
29 de octubre de 1976

29 de octubre de 1976

El 29 de octubre se cumplirá un nuevo aniversario de la desaparición de Julio Escudero, militante del sindicato y trabajador del Banco Hipotecario, detenido en la vía pública en 1976.

Al igual que Ary Cabrera, Alfredo Bosco y José Michelena  —también militantes de AEBU— fue víctima de la represión de la dictadura ejercida contra quienes actuaban por causas sindicales, políticas y sociales por la vía pacífica.

A pesar del denuedo puesto por sus familiares y organizaciones de derechos humanos en la búsqueda de los compañeros, distintos gobiernos han mostrado ineficacia para romper el silencio militar y hallar los restos de estos luchadores por la democracia. Solamente cinco de ellos, dentro de un total de alrededor de 200, han sido recuperados.

Por ello, y mientras dure este ocultamiento, el 29 de octubre seguirá siendo una fecha que no debemos olvidar.

11 de setiembre de 1969

11 de setiembre de 1969

En esta edición de #HayFechasQueNoPodésOlvidar, recordamos la histórica asamblea de banca privada del año 1969. El jueves 11 de setiembre de ese año, más de seis mil afiliados se congregaron en el Palacio Peñarol para votar el levantamiento de una huelga del sector que ya llevaba 73 días.

AEBU había comenzado su medida en la banca privada el día 3 de julio y, casi un mes después, el gobierno que presidía Jorge Pacheco Areco decreta la militarización bancaria.

Con compañeros en huelga de hambre, y con reivindicaciones por salarios que habían sido congelados, entre otras medidas anti-obreras del gobierno, la movilización de AEBU recogió numerosos apoyos y se transformó en uno de los hitos de la lucha de los trabajadores de la década del 60.

 

Foto: El Popular

9 de julio 1973, «a las cinco en punto»

9 de julio 1973, «a las cinco en punto»

En esta edición de Hay fechas que no podés olvidar, vamos a recordar la manifestación  del 9 de julio de 1973,  a las cinco de la tarde, trece días después del golpe de Estado y del inicio de la huelga general convocada por la Convención Nacional de Trabajadores (CNT).

Ese día miles de uruguayos y uruguayas se congregaron en la avenida 18 de Julio, en un acto de resistencia ejemplar e icónico de la ciudadanía. Es muy recordada también la convocatoria a esta marcha en una audición de Radio Sarandí en la que el periodista Ruben Castillo leyó el poema «Llanto por Ignacio Sánchez Mejía» de Federico García Lorca.

Para conocer más sobre esta movilización conversamos con Luis Iguiní, fundador de la Confederación de Obreros y Funcionarios del Estado (COFE) y de la CNT. Iguiní explicó la situación del país, previa al golpe y la unificación sindical en la conformación de la CNT, necesaria para que fuera posible la huelga general masiva que paralizó al país durante quince días.

«En los años 60s había una crisis muy grande, no había ninguna guerra importante en el mundo, la guerra en Corea había terminado, que le había permitido al país vender fundamentalmente carne, entre otros productos. Se vivía una crisis grande. Eso determinaba enormes manifestaciones, cada vez más grandes. Antes nos habíamos juntado con los estudiantes, en 1958, para lograr la Ley Orgánica de la Universidad, pero había cinco centrales obreras en ese entonces».

Más adelante, ya como CNT, vendrían señales preocupantes dentro de las Fuerzas Armadas (FFAA) y el sistema político del país y de la región: en 1964 se produce un golpe militar en Brasil. Esto llevó -luego de asambleas en todos los lugares de trabajo- a la resolución de que ante un golpe de Estado en Uruguay, se iría inmediatamente a la huelga general con ocupación de los lugares de trabajo.

Ese día llegó: los militares entraron al Parlamento y la CNT comenzó la huelga general: «los lugares de trabajo eran desalojados, uno por uno, venían las camionetas del Ejército. La consigna era aceptar el desalojo» pero rápidamente volvían a ocuparse, cuando se retiraban los militares, explicó Iguiní.

El asedio de los militares -ahora en el gobierno- a los trabajadores durante la huelga general fue constante. Además de sostener las ocupaciones, la CNT buscaba el diálogo con legisladores para restablecer la democracia. «El intento que hicimos de reunir a todos los legisladores fracasó rotundamente, fue solo un diputado colorado que estuvo unos minutos y se retiró», contó Iguiní.

La Huelga General fue la respuesta del movimiento sindical al golpe de Estado y la represión de ese momento. Desde ese miércoles, 27 de junio, la actividad económica pública y privada estaba totalmente paralizada, pero el gobierno empezó aumentar la represión y medidas para detener la huelga: habilitó el despido directo de trabajadores públicos y privados.

Por esto, se resolvió convocar masivamente a una movilización el 9 de julio, para cerrar la huelga a 13 días de haberla puesto en marcha, la CNT junto a otras organizaciones sociales de ese momento, estudiantes de secundaria, de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU), también se sumaron partidos políticos de ese momento, como el Partido Comunista y el Partido Nacional. El objetivo, según cuenta Iguiní, era terminar la huelga general «victoriosamente».

“En radio Sarandí Ruben Castillo se las ingenia para organizar un concurso entre los oyentes a quien acertara el nombre del autor de los versos: ‘A las cinco de la tarde…’” poema de Federico García Lorca. “‘A las cinco en punto todos a 18, se dijo de boca en boca’. (Aurelio González)”. Según consta en ¿Qué hacía ud durante el golpe de estado y la huelga general?, de Álvaro Rico (1).

El resultado fue una gran movilización en la que miles de personas llenaron 18 de julio cantando el himno nacional o al grito de “Libertad” y “CNT” (2). «Las fuerzas policiales buscaron la dispersión inmediata pero no lo logran en sus primeros intentos. La gente se reagrupa en bares y comercios» (3). Un recorte de prensa de ese día indica que “tropas del ejército usaron gases lacrimógenos, unidades lanza aguas y efectuaron disparos de rifle sobre las cabezas de una multitud estimada en 8 mil personas”. (4)

«Creímos que ese día habían matado a cientos de personas, porque los militares procedieron con inteligencia -muy raro- usaron balas de fogueo. Lastimaban con los palos que daba la policía, los carros de choque, fuerzas motorizadas», recordó Iguiní. Ante esta situación, era necesario repensar los pasos a seguir. «La idea nuestra era terminar la huelga enteros, sin desgajamientos, sin debilitamiento. Después de esa gran manifestación reunirnos de noche y levantar al día siguiente la huelga. Pero los acontecimientos fueron distintos, ese apaleamiento y la idea de un ametrallamiento» hizo que no se pudieran reunir ese día, «se terminó levantando el 11, los quince días de huelga».

Finalmente, Luis Iguiní valoró la importancia de la unidad en el movimiento sindical, sometida a los desafíos de la huelga general ante el golpe de Estado, la represión y el mantenimiento de la organización sindical durante la dictadura. El dirigente explicó de qué manera entiende que la unificación sindical, influyó en la manera particular en la que se organizó la izquierda social y política en Uruguay.

«Las centrales sindicales que hubo y hay en el mundo responden un 99% a partidos políticos, o partidos de gobierno, o a lo mejor partidos de oposición, si es muy poderoso; o a alianzas. Por lo general, antes era la alianza comunista y socialista en Europa. Así se formaron las grandes centrales. Acá en este país no fue un acuerdo de partidos. En la dirección de la CNT, las tendencias políticas que actuaban en el movimiento obrero eran todas. Comunistas, socialistas, católicos (que tienen su propia central). Pero estaba un grupo muy especial, que eran los anarquistas.»

«Los anarquistas en ninguna parte del mundo han aceptado disciplina y por lo tanto no integraban las centrales obreras. Pero en Uruguay aceptaron estatuto y aceptaron integrar la dirección, aceptaron integrar la CNT. Compañeros de primera línea, te digo dos que los asesinaron en Buenos Aires, a (León) Duarte y a (Gerardo) Gatti, dirigentes anarquistas que eran de la FAU (Federación Anarquista Uruguaya).»

«Esa unidad que se formó a nivel obrero sobrevivió y pervivió también, que es muy importante, la relación fraternal entre los dirigentes (…), eso llevó a que se hiciera el Congreso del Pueblo que ya no fue del movimiento sindical, fueron los chacareros, los barrios (ya los barrios estaban participando de los plenarios obreros de Montevideo), eso dio las condiciones para que la izquierda del país se uniera. Dio las bases para que el Frente Amplio se creara. Esa es la base. ¿Qué va a pasar en noviembre? No sabemos. Hasta ahora ha sido así, se formó gracias a la unidad obrera que ayudó a trasladar la unidad ideológica a otros sectores, no solo los obreros, sino la clase media y fundamentalmente los profesionales, la Universidad, la cultura.»

 

(1) Rico, Álvaro. ¿Qué hacía ud. durante el golpe de Estado y la huelga general?, Editorial Fin de Siglo, 1994. p. 170
(2) Idem. 1
(3) Rico, Álvaro. ¿Qué hacía ud. durante el golpe de Estado y la huelga general?, Editorial Fin de Siglo, 1994. p. 171
(4) Idem. 3

* Audio final: Aureliano González. Extraído de: «A las cinco en punto»  (Documental de José Pedro Charlo). 

Música:
Paco de Lucia – Entre dos aguas (1976)
Alfredo Zitarrosa – Guitarra Negra (1978)